PEREIRA, SIN PUERTAS NI EN EL CLÓSET

Autor: Aldemar Solano Peña.

En este día de celebración del Orgullo Gay ofrecemos una mirada a lo sexual en ese contexto plural. Lo ganado y lo perdido, los contrastes y matices de un fenómeno que por lo regular ha permanecido subterráneo en sus prácticas. 

Durante 11 años ha crecido la concurrencia de personas de otras latitudes a la marcha de la diversidad sexual que comenzó como «orgullo gay», hasta que cayeron en cuenta de que el orgullo conlleva triunfos. Orgullo sí, el de los activistas que lograron que hoy esa manifestación tenga apoyo institucional porque nació pagando impuestos para ser admitido luego como acto cultural. 

Con sus expresiones, estas personas propician que la sociedad acepte que la diversidad sexual sobrepasa los esquemas anatómicos: femeninos, masculinos o hermafroditas, dentro de la compleja personalidad humana. Así tratan de dar vida a la letra sobre la igualdad sin discriminación ante la Ley que promulgan la Constitución Nacional y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Foto: Archivo particular | Uno de los pioneros, Drag Sagitario, cuenta que tuvo que vender boletas de rifas para poder pagar en la Alcaldía los permisos para las primeras marchas hace 11 años.

Esa igualdad aún esquiva con la palabra «matrimonio», con la adopción de los hijos despreciados por sus progenitores heterosexuales y con el término «familia» de la que hoy forman parte, incluso más, nuestros congéneres los animales. 

Así es como en esta sociedad, que juzga por los gustos «en la cama», va saliendo de la clandestinidad una condición de vida que ha existido desde siempre. 

Acaba de cumplir 20 años, en julio, Físico 21 Club, el sauna más concurrido del Eje Cafetero, ubicado a pocas cuadras del Bolívar Desnudo; como este hay otros tres que mantienen vigentes las costumbres romanas de sitios de socialización masculina: Eqqus desde hace 13 años, Salamandra desde hace 7 y Géminis desde hace 2 años. Todos con baño turco, laberintos, cabinas, zonas oscuras y áreas de sol, tres de estos con un día al culto del nudismo.

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Una porción que no se encasilla en la funcionalidad de hombre para mujer o mujer para hombre, ha querido abarcar la infinita diversidad en una sigla creciente: LGB, LGBT, LGBTIQ… (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales y queer).   Sin la M en español de «marica», palabra que cambió su significado de: «hombre afeminado o con gusto por su mismo género» a insulto para ellos, pero como adjetivo de amistad entre heterosexuales.

Al orgullo entonces le resultó más fácil usurpar el anglicismo y pluralizarlo «gais» que rescatar y defender su propio término. Y se apropió de la bandera arcoíris de los indígenas andinos, del cooperativismo internacional y de otros grupos. 

Foto: Archivo particular | La Condesa Disco Club, discoteca crossover ubicada en Fiducentro, Cra. 12 # 18-101. Uno de los lugares más visitados para la rumba gay en el centro de la ciudad.

Para esta población existe una guía de alrededor catorce lugares – en aumento cada vez más. Están los más viejos como el emblemático Centro Artístico y Turístico Chapultepec en La Popa, desde hace unos 40 años y una cantina denominada El Corcho, a pocos pasos del Parque El Lago.  

Con afluencia similar, las discotecas modernas, que ya sobrepasan la década de existencia, se destacan en la región por la temática que ofrecen; desde presentaciones transgeneristas como en The Cotton Club hasta shows de sexo en vivo con actores porno internacionales como en La Condesa Disco. Sitios de ingreso gratuito o con cover de hasta 25 mil pesos, y en el caso de este último con una zona erótica para sus clientes.

Por lo menos cuatro restaurantes se reconocen «diversos». Un par de estos: El Gran Café y Evolution, se convierten en bares gay durante las noches del fin de semana. Una especie de lugares públicos «heteroflexibles», pues la heterosexualidad es más reservada a los innumerables moteles o a los eventos swinger o de intercambio de parejas que solo se contactan a través de internet  o celular.

Diversa desde siempre

Con o sin leyes, con o sin neologismos, la libertaria Pereira ha sido tierra de diversidad, con sitios para homosexuales desde antaño como El Soberano, vigente por más de 60 años hasta que su propietario, Henry Guarín, fue «asesinado por su amante» a finales de la década de 1970. Se dice que fue, quizá, el primer sitio homosexual en Colombia, al que llegaban clientes de varias ciudades, en Cadillac y elegantemente vestidos. Su último domicilio fue en un pequeño edificio triangular sobre la séptima, derribado después por la construcción del Viaducto. Muy cerca hubo dos más: al frente, en la calle 11, existió El Monasterio y el otro,  Tijuana, entre las carreras 9 y 10 con calle 15 o 16. 

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Si bien hasta ahora Melgar ha liderado los encuentros en fincas de recreo para la diversidad sexual, gay o swingerya se han comenzado a promocionar los primeros en el Eje Cafetero: por la vía a Armenia, Combia y Morelia.

Ciertas zonas de Pereira dan vida también al cruising o lugares de encuentro nocturno -hetero u homosexual- al aire libre, apoyados por las redes sociales, para el género masculino como Grindr y Manhunt, donde se intercambian fotos corporales, parte por parte si así lo desean antes del encuentro; y las femeninas como Brenda o Wapa, donde se conocen sin los afanes de la testosterona. En ocasiones detectan perfiles falsos de hombres que buscan morbo. ¡Ellas no requieren del sexto sentido para intuirlo!

Solo hay una residencia de corte netamente homosexual, a pocos pasos de Ciudad Victoria, y no existe un solo sitio exclusivo para lesbianas, indicador de la influencia hormonal en el mercadeo de la «diversidad».

Una porción que no se encasilla en la funcionalidad de hombre para mujer o mujer para hombre, ha querido abarcar la infinita diversidad en una sigla creciente: LGB, LGBT, LGBTIQ…(y seguirá)

También son escasas las publicaciones, programas o actividades intelectuales exclusivas de la comunidad, salvo por el ciclo de cine rosa anual y algunos talleres y  semilleros de género que ha abanderado la Universidad Tecnológica de Pereira sobre el papel y la incidencia de la bisexualidad y el lesbianismo.

Aunque homosexuales, lesbianas y bisexuales ya se han pensionado de cargos públicos y ostentado el poder en los niveles más altos, apenas este año la Alcaldía de Pereira dio el encargo del subprograma municipal de «equidad de género y diversidad sexual»  a un transgénero: Johana Guerra, Liar Flowers de nombre artístico.

Las personas transgénero estamos en la capacidad de ejercer cargos públicos o ingresar a la empresa privada, existen muchas mujeres “trans” profesionales, ingenieras, abogadas, diseñadoras, entre otras. Yo quiero borrar ese estigma que tiene la ciudadanía sobre las personas “trans”, sin desconocer que también hay una población que se dedica a trabajar en la calle.  Quiero ser un ejemplo a seguir, que nos motivemos a prepararnos, a educarnos y a salir adelante; hoy es un hecho histórico porque se están abriendo las puertas, primero de la Administración Municipal, pero estoy segura que no serán las únicas” Johana Guerra

Autodiscriminación positiva

Las acciones de «discriminación positiva» de estos grupos, como de indígenas, negros o mujeres, todos segregados por el machismo durante milenios, no deberían ser eternas en una sociedad que avanza en el conocimiento y que ha pasado de someter y aniquilar a sus diferentes a convivir con ellos; sin perder de vista que la equidad de género es una paradoja orientada a los derechos pero diferenciada por la naturaleza en la mayoría de los casos: fuerza para trabajos pesados o instinto maternal para el cuidado de niños, destreza para algunos deportes o gusto para el maquillaje. 

Determinantes genéticos y socioculturales que forjan la individualidad y la diversidad social, y que no deberían condicionar a nadie a compararse ni mucho menos a negar posibilidades u otorgar privilegios, más de los que determinan por sí las condiciones económicas. Deberá llegar el día en que todas las personas asuman un cargo por el mérito de su intelecto y no por su orientación sexual. 

Craso error el de un transgénero al decir que es la envidia de las mujeres o viceversa, o el de un varón heterosexual al considerarse más macho que un homosexual,  y de estos últimos al suponer que todo varón tiene reprimida su homosexualidad.  

Foto: Archivo particular.| Julián Arboleda es un pereirano que se presenta en los teatros del país con sus obras de stand up comedy Los caballeros los prefieren locas y Saludes a su marido, en las que aborda el tema la diversidad de género.

No todos los niños que se ponen los tacones de la mamá crecerán homosexuales, no todos los homosexuales son afeminados, no todos los estilistas son homosexuales, no todas las lesbianas son «marimachas», hay transgeneristas que pese a su cambio siguen gustando del sexo opuesto, no todo varón casado con mujer es netamente heterosexual y no todo el mundo está obligado a exponer su sexualidad. 

Los seres humanos no somos iguales, somos diversos, y no solo en la sexualidad. 

La revolución sexual, que lleva seis décadas, nos permite ver hoy por las calles de Pereira parejas de homosexuales y lesbianas caminando de la mano, departiendo en sitios públicos como un par de novios tradicionales y sin tener que excluirse a lugares netamente homosociales.  Sin embargo, estos logros no deben transgredir reglas dictadas por el «simple sentido común»: manifestaciones como un simple beso apasionado, que puede resultar tan incómodo para los demás así sea entre heterosexuales y que amerita un grito de: « ¡páguele pieza!». 

Foto: Tomada del portal web: www.elexpreso.co

Con fervor

Hoy, cuando las creencias se han desligado de sus bases, es posible ver cómo los pereiranos se asoman a los balcones o salen a las calles para ver el recorrido de la procesión multicolor de la diversidad, con figuras y rostros andróginos y con el mismo fervor de Semana Santa.

En los últimos años, los colectivos Prisma, Hábitat, Jokudi, Iris y Mestizando han conquistado espacios en una sociedad que forzaba a una misma conducta de dos únicos sexos para producir maridos, esposas y padres en contra de la propia naturaleza, en la que unas 1500 especies sostienen relaciones homosexuales. Si bien dicen que la naturaleza es sabia y en principio permitió la evolución de la humanidad para poblar la tierra, al sentir hoy su destrucción por la sobrepoblación: ¿cómo negar que la homosexualidad –  ¿creciente?  –  sea su arma de defensa?

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La denominada «discriminación positiva» tampoco debería caer en propuestas absurdas como baños o colegios exclusivos para niños que demuestran una orientación sexual, sería el retorno a los colegios unisexuales que durante tantos años limitaron la convivencia entre hombres y mujeres, y condicionarían una definición temprana que en ocasiones se alcanza en la madurez de la vida. 

A la «población  diversa» le falta vencer su propia autodiscriminación, a menudo se refieren a los demás como «esa loca» o «esa perra» y suponen la «promiscuidad» porque acuden a bares, saunas o exponen su rostro en las redes homosociales. 

¡La contradicción del ser humano! «Desde que el sexo se volvió fácil de hallar, el amor se volvió difícil de encontrar», pone alguien en su perfil mientras en el título indica que busca un trío. ¿Y qué tal el amor entre tres o  más? ¡Las triejas y el poliamor! 

Todavía le queda un largo camino por recorrer al legislativo y a la sociedad. 

Literatura homoerótica

Algunas historias han sido plasmadas en la literatura, en publicaciones como Nadie conoce mi sexo (1973) de Hernán Hoyos a su paso por Pereira; Uno bajo el signo de escorpión (1977) de Jorge Enrique Gómez sobre un homosexual «pederasta, incestuoso, alcahuete, pornógrafo y pícaro», historia que transcurre en el seminario de Santa Rosa de Cabal y más recientemente Andago. La línea K  Crónica de Tinieblos: El sujeto homoerótico en la narrativa del Gran Caldas de Jaiber Ladino.

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Seguramente llegará el día en que los subsidios para las «madres cabeza de hogar» se destinen a los ciudadanos que decidieron no tener hijos, y así empezará la contribución a la diversidad del planeta más que a la especie humana egoísta y  sobrepoblada, que repite errores y desconoce aciertos de civilizaciones antiguas. 

Sociedades que en busca de su evolución se meten en camisa de once varas, partiendo por el uso del lenguaje: él convertido en ella, ella en él, él que parece ella pero quiere seguir siendo tratado como él o ellos que siendo ellos se tratan de ellas, en fin… cuando en realidad la grandeza de la humanidad no está en el sexo sino en el cerebro. 

El artículo “Pereira, sin puertas ni en el clóset” fue publicado originalmente en el
periódico Ciudad Cultural, edición 38, agosto de 2016.

ORGASMO ANAL PARA HOMBRES

AUTOR: Maritza Palma Lozano

El primer paso de todo radica en desaprenderse de muchos prejuicios sobre las ecuaciones que vinculan el placer anal con la homosexualidad. Simplemente se trata de vivir plenamente la sexualidad, explorarse y disponerse para disfrutar en soledad o en pareja. 

En la habitación oscura, tras el disfrute de los cuerpos que se besan, se tocan y se calientan, él se acuesta boca abajo apoyándose en sus rodillas mientras para su cadera. Ella acaricia sus nalgas, escupe su dedo y con suavidad saca el cono, antes de meter el dedo que irá presionando poco a poco para estimular la próstata. La excitación aumenta haciendo que su pene erecto, se endurezca un poco más.

De esta forma se puede empezar a explorar en pareja esta parte que, aunque carga estigmas reducidos a la orientación sexual, esconde un mundo de placeres que aumenta las sensaciones.

Efectivamente, a través del ano se puede tocar la cara posterior de la próstata, una glándula rugosa y blanda, que junto a los testículos y las vesículas seminales, producen el semen. La misma que con una buena estimulación puede llegar a producir uno o varios grandes orgasmos y hasta la eyaculación.

El primer paso de todo radica en desaprenderse de muchos prejuicios sobre las ecuaciones que vinculan el placer anal con la homosexualidad. Simplemente se trata de vivir plenamente la sexualidad, explorarse y disponerse para disfrutar en soledad o en pareja. En este sentido, descubrir el universo anal es darse el gustito de pasarla muy bien de otra manera, con la claridad de que esto no tiene nada que ver con tus preferencias sexuales y de género. 

Esto no solo consiste entonces en ampliar la mente respecto al disfrute sexual, sino también en abrirse a gozar con los dedos, con la pareja, y por qué no, con juguetes sexuales. Lo principal está en la aprobación y en la disposición para disfrutar lo que se viene. 

Es importante empezar con la lubricación (puedes usar un lubricante de agua),  tocando alrededor del ano, haciendo círculos para que el músculo se relaje. Si lo vas a hacer con otra persona es clave la comunicación para que sepa cómo tocarte.

Si se trata de introducir los dedos, quien lo haga debe cortarse las uñas muy a ras y fijarse que no queden filosas, luego humedecerlos, ya sea con lubricante o saliva, y probar con uno de ellos. Una vez adentro estimular muy suavemente haciendo movimientos de arriba a abajo con la yema hacia adentro y siempre con el dedo completamente recto; luego se puede intentar introduciendo un segundo dedo, para lo cual es necesario sacar por completo el que se metió y repetir de nuevo, ahora con los dos.

Si estás en pareja y eres quien está aplicando el arte de los dedos, no está demás ser muy cuidadoso(a) y estar siempre pendiente de que el hombre realmente lo esté disfrutando; ten en cuenta que es una zona altamente sensible. Como truco adicional puedes intentar masturbarlo con la otra mano y/o masajear su perineo, mientras continúas en su ano.

Te recomendamos algunos juguetes sexuales que te ayudarán a lograr un gran orgasmo.

Plug anal: es un tipo de consolador en silicona y con forma de cono, más delgado en la punta. Tiene un tapón de seguridad en su base para evitar que se hunda del todo. Por su forma ayuda a que el ano se vaya acostumbrando suavemente hasta introducirlo por completo; una vez adentro el plug debe dejarse introducido mientras se disfruta del resto de la relación sexual, garantizando una estimulación extra. Ya tú decides en qué momento prefieres sacarlo por completo. 

Dildo anal de bolas curvo: aunque se pueden encontrar rectos y en materiales como silicona o metal, acá te recomendamos el curvo de vidrio hipoalergénico, el cual también puedes ir introduciendo gradualmente. Los círculos ayudan a ir masajeando el ano y tienes la opción de introducirlo solo hasta cierta parte o por completo, o meterlo y sacarlo suavemente. El dildo de vidrio lo puedes calentar metiéndolo en agua tibia o enfriar poniéndolo en el congelador antes de usarlo. Por su forma curvada facilita la estimulación de la próstata. Si quieres, también puedes usarlo como el plug, dejándolo dentro del ano mientras tienes relaciones sexuales.

Dildo estimulador de próstata: habrás leído o escuchado que es recomendable estimular a las personas con pene en la parte inferior del escroto, entre el ano y los testículos, pues es cierto porque justo a través de esta zona, llamada perineo, se logra estimular la próstata desde afuera. Por eso, con este tipo de dildo puedes lograr que una vez lo introduzcas se estimule tanto el interior como el exterior de la próstata. Lo puedes encontrar como vibrador o tradicional para que solo lo introduzcas y lo muevas suavemente de arriba hacia abajo sin sacarlo. 

Vibrador anal: estos suelen ser más gruesos y de tamaño uniforme desde su base hasta su punta. Su uso, igual que los anteriores, implica una buena lubricación previa y después irlo introduciendo lentamente hasta tenerlo dentro del ano por completo; una vez introducido puedes experimentar con los distintos niveles de velocidad de acuerdo al vibrador que tengas y disponerte a gozar del masaje que te proporciona.

Si quieres más razones para probar la estimulación anal ten en cuenta que esta práctica hará que tu pene se endurezca aún más durante la erección, ya que la circulación sanguínea se potenciará; podrás tener orgasmos más intensos; y además contribuir a la salud de la próstata, ya que su estimulación regular es una forma de ayudar a la prevención del cáncer de próstata.

Recuerda que es importante la higiene del dildo o vibrador, para esto lávalo antes y después de cada uso con agua hervida y jabón neutro. Además es necesario que junto al vibrador siempre tengas un buen lubricante, para usarlo varias veces durante la estimulación anal. 

VOCES DE POETAS

Autor: PlanC

Compartimos una selección de poemas del libro Voces de poetas del escritor Mauricio Peñaranda (Pamplona, 1962) con el que fue ganador en 2016 de la Convocatoria Municipal de Estímulos de la Secretaría de Cultura de Pereira en la modalidad de Poesía. 

“En estas prosas poéticas, los epitafios iluminan el alma de escritores muertos y pueden ser leídas como una historia de la literatura, como una pequeña novela. En estos fantasmas resplandece lo desconocido del sujeto biográfico, lo incomprensible e inenarrable del sujeto textual, la conexión simbólica de este universo incompleto y truncado por la parca. 

Estas palabras con poder, estos monólogos – flujos de conciencia – encierran la fuerza del ser, la divinidad que siente la dolorosa contradicción de su parte de absoluto y sus múltiples y efervescentes máscaras. El escritor plural en este libro es un “yo metafísico”, no una personalidad.”. Jorge Cadavid, del prefacio. 

Voces de poetas 
Mauricio Peñaranda 
Poesía 
2016
Colección Escritores Pereiranos
Instituto Municipal de Cultura y Fomento al Turismo de Pereira
Páginas: 77 

Rubén Darío

Francisca Sánchez, en esta soledad definitiva espero tu piedad, aquel bastón que fuiste, tu abrazo incondicional en la derrota. Cuando la Primera Guerra Mundial nos separó, pensaba en América en nuestro pisito de la calle Marqués de Santa Ana de Madrid, te imaginaba trajinando entre nuestras cosas, guardando mis cartas en tu cajón azul donde albergabas parte de mi obra y depositabas los sobres desbordados de sueños, proyectos y promesas que no pudieron ser; pensaba en Güicho, en mi dolor por no verlo crecer y en esa guerra larguísima que no parecía terminar. Y la muerte llegó, Francisca, y sigo pensando en ti, y siento que ya no es el océano el que nos separa, sino la eternidad. 

José Asunción Silva

No concibo cómo ningún crítico señaló  Nocturno como la manifestación de un sueño recurrente. Quienes cuestionaron mi soledad, entendieron después de mi muerte que Elvira fue la causa. 

Aquella noche coloqué la mortaja sobre su desnudez, besé sus labios y lloré mi viudez devotamente. Años más tarde, el doctor que dibujó la solicitada señal en mi pecho me entregó como un símbolo la llave que abriría el cerrojo que me impedía llegar hasta ella.

Virginia Woolf

      Leonard, querido: 

Ya no escucho las voces imaginarias que aquí, al menos me servirán de compañía. Pero es desconcertante la desmesura del silencio sin el canto de un pájaro, sin una voz que pueda quebrantarlo. 

¡Cuánto me cuidaste, de qué forma me defendiste de mis fantasmas, cómo luchaste por propiciarme espacios de quietud!

Recuerdo: 

Sentada en una cómoda silla de playa, contemplaba por horas el vaivén de las olas y solía perderme en la inmensidad del mar…

Te confieso que muchas veces deseé no volver.

Alejandra Pizarnik

Me prometí llegar al más allá, como Alicia en el país de las maravillas con los ojos desmesuradamente abiertos. Así lo hice…, pero nada vi.

William Faulkner

Tampoco en este lugar he cambiado. Siguen rondándome los espectros de grandes políticos, artistas y toda suerte de personajes ilustres. Huyo de todos. Fui hecho para entenderme sólo con granjeros.

Wislawa Szymborska

En este lugar nada ocurrirá. Sólo el recuerdo de un pájaro muerto o un hombre que mira el reloj una y otra vez. Cosas tan simples que no pasan de ser más que un vuelo cumplido y un encuentro que no se producirá.

Reseñas

“Hay una ternura sencillísima que emerge de este libro. Más allá del título, que resulta demasiado pragmático, Voces de poetas es un inventario de lecturas y memorias que no tiene un orden determinado. El poeta se deja arrastrar por la experiencia como lector, que en este caso es también la experiencia vital, y desnuda en cada caso su visión de la vida (la suya y la de los otros). 

Peñaranda hace un inventario de vidas ilustres y su simple pero encantadora miseria. El libro inicia con la voz de María Zambrano y termina con la de Carlos Drummond de Andrade, entre ambos hay 49 escritores que, de forma enternecedora, nos hablan desde la muerte a través de la palabra del autor pamplonés.

Es una compilación de voces que desde la muerte, ese otro territorio del exilio,  busca apalabrar la vida que mediante la voz de Tomás Eloy Martínez (cada poema es un nombre ilustre) se resume en una convicción: la vida es solo una extensa pesadilla de la muerte.” Diego Alexander Vélez Quiroz 

Leer reseña completa: www.lacoladerata.co

“Mauricio Peñaranda es el leal compañero de esos bellos escritores muertos.  De ahí la autoridad para hablar de cada uno de ellos. Porque los conoce, los ama, los odia, los contempla en la soledad de su creación, detalla sus manías, sus deseos y los retrata entre anécdotas telegráficas escritas en primera persona. Aunque, es necesario decir, que no estamos frente a un biógrafo, sino ante alguien que multiplica los pequeños rasgos, los tics físicos, las expresiones auténticas, los testimonios, resucitando seres humanos de una masa de documentos, y de la ingratitud del olvido de los lectores.” Diego Firmiano

Leer reseña completa: www.diambulos.com

El autor

Mauricio Peñaranda (Pamplona, 1962) Vive en Pereira hace dieciséis años dedicado a escribir. Adelantó estudios de lingüística y literatura en la Universidad de Pamplona, donde fue director de teatro. Descubrió los libros a los 6 años y desde ese momento no ha dejado de vivir un solo día sin ellos. Ha sido ganador y finalista de varios concursos nacionales de literatura, entre ellos, el concurso nacional de cuento Carlos Castro Saavedra. En 2016 fue finalista del premio de novela corta de la Pontificia Universidad Javeriana. Ese mismo año publicó Voces de Poetas, ganador de la Convocatoria Estímulos 2016 Colección Escritores Pereiranos. En 2019 nuevamente fue ganador y en esa misma colección publicó El Último Exilio. Tiene inéditas tres novelas infantiles. 

DE LA ILUSIÓN AL DESCONCIERTO

Autor: Martha Estefany Escobar
@estefaniando_ando

Dijo en su momento el director caleño: “En 1995, a cien años de la invención del cine, ¿existe una industria cinematográfica?”.  Poco antes de morir, la película fue subida a su canal oficial de YouTube como parte del programa de restauración y circulación de su obra cinematográfica.

Ficha Técnica:

Título original: De la ilusión al desconcierto: cine colombiano 1970-1995

Año: 2007 // 100 min. Colombia

Dirección: Luis Ospina

Guion: Luis Ospina, Diego Rojas

Investigación previa y realización de entrevistas (1994-1996): Jorge Nieto

Fotografía: Leonardo Giraldo, Sergio Triviño

Montaje: Cristian Corradine

Reparto: Gustavo Nieto Roa, Sergio Cabrera, Carlos Mayolo, Jaime Osorio, Carlos Palau

Productores asociados: Centro Ático Pontificia Universidad Javeriana Bogotá / Escuela de Cine y Televisión Universidad Nacional Bogotá / Corporación Universitaria Nueva Colombia Facultad de Cine y Televisión / Pontificia Universidad Javeriana Cali / Facultad de Comunicación Social Universidad Jorge Tadeo Lozano Cartagena / Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, FDC. /Teleantioquia/ Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano en el marco del Programa Fortalecimiento del Patrimonio Audiovisual Colombiano 2006. Contó con el apoyo de Proimágenes Colombia y la Dirección de Cinematografía del Ministerio Cultura.

Género: Documental sobre cine  

Despejando dudas acerca de la trayectoria del cine colombiano, el caleño Luis Ospina nos muestra un documental que nos ilustra, a través de viejas imágenes de archivo, la historia del cine colombiano narrada a través de distintos puntos de vista ubicados en la época en que se llegó a producir una cantidad considerable de películas; más de cien producciones anuales. 

Este documental puede ser de los más importantes por conocer y volver a ver, pues la investigación es respaldada por historiadores y críticos, expertos y conocedores de la materia. Fuera de eso, Ospina se da el lujo de entrevistar a realizadores en diferentes ciudades como Cali, Bogotá y Medellín y que poco han sido mencionados o reconocidos. Personalidades que hablan sobre el idilio que llevaron durante tantos años, enfoques y desenfoques en sus realizaciones amateur, esas que de alguna manera continúan vigentes con escasas copias; pues la sociedad y las decisiones políticas les han ido definiendo un lugar.

Fotograma de la película “Agarrando Pueblo”. 1978, codirigida por Carlos Mayolo y Luis Ospina, pertenece al género del falso documental

El documental se divide en 4 partes y abarca desde 1970 hasta 2005 en información compilada y entrevistas. Estas divisiones resultan ser lo suficientemente contundentes para esclarecer una realidad ante la inusual y crítica mirada de Ospina.

La descripción a escala de estos capítulos se resume del siguiente modo: 

Del sobreprecio al menosprecio: se enfoca en hablar de lo que se llamó en su momento la “pornomiseria” colombiana, un estilo exportado con éxito a otros países del mundo, especialmente Europa. Año 1970. Reactivación de la realización de cortometrajes en el país que hizo pensar en una industria y un movimiento respaldado por nuevos realizadores independientes que documentan la realidad del país. Cineclubes, revistas y procesos de formación. 

El estado de las cosas: esa industria surgida genera un éxito en taquilla de los largometrajes colombianos. El Estado crea Focine. Un periodo donde se le dio valor al cine pero también deudas, comenzó ese camino al desconcierto.   

 «Las cosas del estado: la industria no despega, las películas fracasan y los  directores están endeudados.  El estado se transforma en productor, crea Cine en Televisión y da apoyo a las coproducciones internacionales. Pero se sigue avanzando al desconcierto: los productores y realizadores no recuperan lo invertido y Focine es liquidado. 

Memorias del subdesarrollo: los primeros intentos de conservar el patrimonio fílmico nacional. Un repaso por la serie documental Yuruparí, una de las más exitosas realizaciones audiovisuales en Colombia.  El video potencia la producción y surgen nuevos realizadores desde las regiones. 

El particular Luis Opina (1949, Cali, 2019, Bogotá), fue uno de los grandes contribuyentes a la historia del cine colombiano. Estudió en la universidad del sur de California, y ha sido uno de los cineastas más destacados y reconocidos por su crítica desde el movimiento Caliwood.

No esperemos entonces un final alentador, más bien uno preciso sobre el estado de las producciones que continúan dejando rastro. Se podrán apreciar las consideraciones de esos pioneros que dejaron huella e hicieron camino. 

Lo puedes ver en YouTube: Luis Ospina

PADRES E HIJOS CREADORES DE LA REGIÓN CAFETERA

Autor: Daniel Monsalve Bobadilla

Hoy celebramos el Día del Padre y PlanC te invita a conocer un especial con semblanzas de padres e hijos de la ciudad de Pereira que han dedicado su vida a la literatura, el periodismo, la música, el arte y la fotografía. La vocación no se pierde y el legado pasa de generación en generación con proyectos culturales de alto impacto.  

Les compartimos a continuación 5 historias de 10 personalidades pereiranas, cuyas obras han sido fundamentales en el desarrollo cultural de la ciudad. 

A pesar de la queja común y bien sabida de que el arte, y en si todo proceso de creación, es un esfuerzo constante de supervivencia; la pasión y el convencimiento de muchos han sido claves para ejercer múltiples oficios creativos  a pesar de las vicisitudes. 

Siempre hay personas dispuestas a tomar el desafío con tal de seguir su vocación, o en este caso, familias que están dispuestas a mantenerse en el riesgo. 

Literatura

Padre: Miguel Álvarez de los Ríos

Foto extraída del libro Miguel Álvarez de los Ríos, forma y estilo del periodismo literario (UTP) de los autores Rigoberto Gil Montoya y Álvaro Acevedo Tarazona. Miguel Álvarez de los Ríos en: | * Sala de redacción del periódico El Espectador en 1967. 2* Asistente de dirección del Diario de Occidente, Cali, 1992. 3* En su estudio en Pereira, 2007.

El periodismo y el derecho usualmente no son campos afines o complementarios. Sin embargo, cuando se tiene la visión necesaria para mezclarlos, pueden convertirse en herramientas poderosas para el ejercicio reflexivo. Y un hombre reflexivo y referente de las letras en la ciudad es Miguel Álvarez de los Ríos. 

Nació en Pereira el 6 de Junio de 1935. Fue reconocido como doctor honoris causa en la Universidad Tecnológica de Pereira y escogido por el PRI para ser condecorado con la Medalla Honor al Mérito Periodístico “Libardo Gómez Gómez”. 

En cuanto a su legado, fue fundador junto a la doctora Martha Lucia Eastman de la Academia Pereirana de Historia y de la Sociedad Bolivariana del Parnaso Literario del Eje Cafetero, un espacio dedicado a fomentar y reconocer lo más destacado de la literatura y la poesía a nivel regional y nacional.  

Periodista como muchos de la vieja usanza, que se forjó de manera empírica pero con rigor, ejerció el periodismo con altura aun cuando no existía en la región un sector académico o formativo que definiera los parámetros técnicos y teóricos del oficio. Mezcló además su calidad periodística con una pasión desbordada por la literatura y la poesía.

Miguel Álvarez forjó una carrera de más de cincuenta años de oficio, obteniendo el estatus de uno de los mejores periodistas del país, así como uno de los ciudadanos más ilustres de Pereira. Un hombre poliglota y con un gusto refinado para la música y la pintura. 

Otro gran escritor de la región, Cesar Montoya Ocampo, definió a Miguel Álvarez en el medio Eje 21 con las siguientes palabras: “Álvarez de los Ríos tiene un cerebro relampagueante. La avidez sin fatiga de sus lecturas y el parto diario de sus musas lo han convertido en el epicentro intelectual de Risaralda”.

Foto extraída del libro Miguel Álvarez de los Ríos, forma y estilo del periodismo literario (UTP) de los autores Rigoberto Gil Montoya y Álvaro Acevedo Tarazona. Miguel Álvarez de los Ríos, su hijo Juan Miguel y su esposa Eunice, Pennsylvania, Estados Unidos, 1995.

Hijo: Juan Miguel Álvarez

Al igual que su padre, se ha encaminado a la lo largo de su vida por el camino del periodismo y las letras. Quizá sea previsible que alguno de los seis hijos terminara siguiendo sus pasos, sin embargo, el ejemplo y el apellido no son suficientes para hacerse un nombre y el reconocimiento dentro del periodismo nacional. Se requiere además talento y disciplina, y Juan Miguel posee ambos. 

Nacido en 1977 en Bogotá, ha logrado destacarse gracias a títulos como Balas por encargo (2013) y Verde tierra calcinada (2018), además de una vasta producción de reportajes y crónicas en numerosas publicaciones a nivel nacional, siendo la revista El Malpensante su principal casa editorial.  Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2017, en la categoría de Crónica, y 2018 en Reportaje en prensa escrita. Fue incluido además en la selección oficial final del premio de periodismo Gabriel García Márquez.  

A través de su mirada a una amplia diversidad de temas en cultura, derechos humanos y conflicto colombiano ha encontrado una manera bien profunda y humana de analizar ese complejo iceberg que es la violencia de nuestro país. No obstante, el hecho de analizar un fenómeno no implica que se deba ser pretencioso. En la revista Arcadia, hablando de su libro Verde tierra calcinada, aseguró:

 “Escribir creyendo que uno puede ayudar a construir memoria es un error de cálculo.” 

Sobre su padre no ahorra en elogios, en una entrevista con el diario El Tiempo, explicó lo que significa su legado para la ciudad. “En las calles de Pereira mi padre es un monumento vivo a la humana civilidad pensante”.https://www.instagram.com/p/BqOXD_kBGOo/embed/captioned/?cr=1&v=12&wp=540&rd=https%3A%2F%2Fwww.plancpereira.com&rp=%2Fcopia%2Fmiradas%2Fpadres-e-hijos-creadores-de-la-region-cafetera%2F#%7B%22ci%22%3A0%2C%22os%22%3A6377.200000047684%2C%22ls%22%3A6137.299999952316%2C%22le%22%3A6265.599999904633%7D

Al recibir en 2018 su segundo Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, Juan Miguel Álvarez escribió en su cuenta de Instagram: “El origen estuvo aquí conmigo una segunda vez”. 

Música

Benjamín Cardona y Daniel Cardona

La música en los Cardona está muy ligada a las generaciones pasadas. Los tíos y el abuelo de Benjamín eran bastante hábiles en la interpretación de instrumentos de cuerda como la guitarra, la bandola y el tiple. Benjamín desde muy chico veía a su abuelo dando serenatas a su abuela, lo que lo llevó a emprender su camino con la música, tocando la guitarra y recordando lo que interpretaban sus abuelos y sus tíos en su vereda de nacimiento, Villa Rica en el Tolima. 

A causa de la violencia de la época la familia de Benjamín llega a Pereira. Comienza su formación en el Conservatorio de Bellas Artes ubicado en aquel entonces en el parque El Lago. Fue destacado alumno y además uno de los responsables de impulsar el área de cuerdas típicas de la Universidad Tecnológica de Pereira. 

Archivo particular.Benjamín y Daniel, siempre unidos a través de la música.

Con este legado su hijo Daniel al observar el arduo trabajo de su padre y sus sesiones de estudio de guitarra y de guitarra clásica,  decidió ingresar en el mundo musical a través del violín e inició sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de la misma universidad, haciendo parte para la Orquesta sinfónica Juvenil e infantil Batuta.  

«Este se convierte en un momento muy memorable para nosotros y lo recordamos con mucho entusiasmo.”, recuerda Daniel Cardona.

La influencia de Benjamín en la trayectoria de su hijo no solo fue a través de su ejemplo, sino a través de su buen gusto, así recuerda Daniel sus influencias musicales y los artistas que escuchaba en su infancia.

“Mi influencia ha sido la música Latinoamericana, también escuché mucha música clásica. De pequeño a mi padre le gustaba comprar la colección de los grandes compositores de música clásica, allí había un gran repertorio en cuanto a música europea y yo disfrutaba mucho de esto. Recuerdo que había un vinilo de Heitor Villa Lobos  y empecé a disfrutar mucho de la música brasileña y con el tiempo empecé a interpretar canciones de la música popular brasileña en la guitarra.»

Arte

Jesús Calle y Pablo Calle

La pintura en los Calle ha sido una de las actividades primordiales de la familia.  Como en muchos casos en el mundo del arte y la cultura, los hijos inevitablemente terminan ejerciendo el oficio a sus padres, y a pesar de las dificultades, la pasión sigue presente en el hogar.

“Empecé hace más de 45 años mi trayectoria en el arte, más o menos desde los 16 o 17 años. Llegué a Pereira en 1978 y comencé mi formación en el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Tecnológica de Pereira ubicado en el Lago Uribe.”, comenta Jesús Calle. 

Archivo particular. Jesús Calle, de fondo uno de sus cuadros

En estas décadas de carrera artística, Jesús no solo se ha consolidado como un artista a nivel individual, sino que también ha posibilitado que muchos artistas expongan su trabajo y su obra a través del proyecto La Cuadra que él inauguro hace 20 años con otros amigos y vecinos artistas del sector de La Circunvalar. 

Respecto a la evolución de su trayectoria y su estilo, Jesús menciona. 

“El estilo es algo que se va dando con el hacer, con el ejercicio constante de creación en el cual uno se va afianzando e  identificando que camino a seguir. Yo tengo  algunas obras que las llamo puntos de quiebre, obras que marcan la singularidad de mi trabajo. 

En mis inicios yo pintaba con mucha pasión y  mucho entusiasmo, casi sin reflexionar en lo que hacía, hasta que llegaba un momento en el que yo decía ¿qué estoy haciendo y para qué lo estoy haciendo? 

Hay obras que he visto muchos años después y me pregunto cómo las hice, en qué contexto o bajo qué circunstancia pude crear obras tan agradables. También me sucede con otras obras, las veo y pienso ¿yo por qué trabaje esto? o qué irresponsable de mi parte haberlo hecho.”

Archivo particular. Jesús Calle y su hijo Pablo, en uno de tantos viaje juntos.

Hasta hoy Jesús ha hecho más de 90 exposiciones individuales y colectivas a nivel nacional e internacional. Sin embargo, es claro al momento de reconocer que vivir del arte es algo crítico: «Uno no vive del arte, uno se muere del arte»

A pesar de estas preocupaciones y de los retos que puede traer el arte para la supervivencia, su hijo Pablo seguiría sus pasos. Difícil no seguirlos cuando desde pequeño ha estado rodeado del trabajo de su padre, de pinturas y lienzos por toda la casa. Pablo comenzó a jugar con los pinceles y a rayar en el taller de su padre, aunque su estilo y su camino en el arte son diferente al de Jesús.

“Lo más importante de Pablo es que es un creador que trabaja de acuerdo a la época, se expresa con la misma libertad de un artista moderno.”, explica Jesús.

En el 2017 se llevó a cabo en Francia una exposición que mostraba los trabajos de padres e hijos que miraban el arte desde dos épocas y miradas distintas. Jesús insistió a sus hijos que la vida en el arte era difícil, sin embargo eso no disminuyó el compromiso de Pablo con el arte ni el de su hermana Daniela que ve en el arte una  profesión complementaría a la suya, que es la geología. 

A pesar de que el arte es un esfuerzo constante por la supervivencia, la pasión y el convencimiento han sido claves para ejercerlo a pesar de las vicisitudes. Siempre hay artistas dispuestos a tomar el desafío con tal de seguir su vocación, o en este caso, familias que están dispuestas a tomar el riesgo.

Poesía

John Harold Giraldo y Camilo Giraldo

En el tiempo de cuarentena se pudo observar como algunos actores del sector cultural pereirano se dedicaron a la lectura de obras literarias a través de sus redes sociales, uno de los aspectos a destacar de estas lecturas es que en muchos casos se hicieron en familia.  Dos a destacar fueron: el cuentero y escritor Carlos Vicente Sánchez “Cavisa” con sus dos hijos y John Harold Giraldo con su hijo Camilo. En el caso de John Harold, su hijo Camilo compuso algunos poemas y los leyó en las sesiones de lectura, estos poemas contaron con una buena aceptación por parte de los usuarios que se conectaban.

Archivo particular. John Harold Giraldo vive con su hijo Camilo en La Florida, un ambiente rural perfecto para la poesía.

John Harold actualmente se desempeña como docente en la Universidad Tecnológica de Pereira, durante su época de estudiante comenzó a sentir curiosidad por los autores de la poesía local, exactamente desde que estudió en la Institución Educativa Luis Carlos Gonzales Mejía. Comenzó a preguntarse quién era Luis Carlos Gonzales y cuál era su obra.

“El interés por la poesía en realidad no tiene un inicio y probablemente tampoco tenga un fin, porque la poesía está inmersa en muchos aspectos de la vida diaria”.

Comenta John Harold quien es autor de dos libros sobre poesía: Poemas sin prisa para leer en los semáforos y Poemas para leer entre dos ríos. 

Su hijo Camilo está cursando aún el bachillerato, sin embargo, desde ya comienza a interesarse activamente por la literatura, su interés nace de la imitación y el ejemplo. Con la llegada de la cuarentena, John Harold decidió  inventarse una actividad que pudiese realizar con su hijo al mismo tiempo que sirviera para distraer a la gente en sus casas. Contagio poesía fue el nombre de las lectura a dúo de poetas locales hechas a través de Facebook live  durante 40 noches, día tras día. El proyecto terminó siendo uno de los ganadores de la convocatoria Cultura en casa de la Secretaría de Cultura de Pereira, lo que asegura una segunda temporada. 

Contagio poesía, lecturas de poetas locales en tiempos de cuarentena:

“Camilo es una persona que ya empieza a preguntarse seriamente por el mundo, es un gran aficionado de la naturaleza y la fotografía, pero al mismo tiempo se plantea como un ingeniero de sistemas. Aún está en noveno así que le falta un poco para graduarse y decidir su verdadera vocación.”

Camilo seguirá acompañando a su padre no solo en este proyecto, sino también – ya lo había hecho antes ocasionalmente – en lecturas bohemias o conversatorios sobre poetas, donde siempre termina participando. A través del ejemplo, pero sin influenciar directamente, el interés y talento de Camilo para la poesía empiezan a crecer de manera genuina.  

Fotografía

Padre: Javier García

Soy una cuestión muy ecléctica, muchas cosas, una revoltura muy miedosa”. Así se define Javier García en una entrevista con el medio La Cola de Rata, mientras hacía referencia a su carácter multifacético. 

Javier García junto a Jesús Calle, Viviana Ángel y Carlos Enrique Hoyos crearon en el año 2000 uno de los espacios artísticos y de esparcimiento más conocidos y representativos de la ciudad, La Cuadra.  

La fotografía siempre ha estado en la sangre de los García, pues el padre de Javier García, Donato García, fue también un representante de la fotografía pereirana, precisamente las fotografías de su padre Donato fueron claves para la exposición Pereira: Álbum de su historia, que se realizó en el 2013 con motivo del aniversario 150 de la ciudad.  Si existe en Pereira un hombre que dejó un vívido legado de la ciudad de décadas anteriores, de gran parte del siglo XX a través de sus fotografías, fue Donato García Ramírez.  

Por otra parte Javier, tendría su primera exposición fotográfica en 1977 con una muestra titulada El Color en Javier Garcíauna exposición que tuvo lugar en la antigua sede de la Cámara de Comercio de Pereira. 

El estilo de Javier, más allá de rescatar el legado costumbrista y urbano de la ciudad, según comenta su hija María García Isaza, también tiene la virtud de resaltar la belleza en espacios que convencionalmente no se asociación con este concepto. Escenarios aparentemente simples terminan convirtiéndose en dignos de admirar gracias a su lente.

Archivo particular. Javier García y su hija María en Jericó, Antioquia, de visita a una de las esculturas del artista Martín Abad Abad, gran amigo de la familia.

Hija: María García Isaza

Actualmente se desempeña como coordinadora cultural de la Alianza Francesa de Pereira, artista plástica y fotógrafa, al igual que muchos de los miembros de su familia. Según describe ella sus inicios en la fotografía fueron muy naturales, al fin y al cabo su abuelo, su padre y su tío eran fotógrafos con estilos bien definidos y en toda la casa había cámaras fotográficas. 

Las fotografías más recurrentes en la casa de los García eran fotos de puertas y ventanas de los pueblos. Desde los nueve años María comenzó a tener contacto con las cámaras fotográficas y a los quince obtuvo su primera cámara fotográfica profesional, una réflex manual. 

María tuvo un mayor interés por la fotografía que su hermana. Por eso para ella era común viajar con su padre en busca de fotografías, en primera instancia su padre le enseñó todo sobre la imagen y sobre la cámara, a medida que pasaron los años, ella se fue soltando y encontrando su propio estilo.

«Una de las tradiciones comunes de la familia es que la responsabilidad de tomar fotos de eventos familiares se legaba a diferentes miembros de la familia, por eso en cada ocasión siempre hay alguno que no está en la foto debido a que justo le tocó ser el fotógrafo. Era una costumbre muy curiosa y muy bonita aunque se ha ido perdiendo debido a que hoy en día cualquier miembro de la familia puede ser el fotógrafo, pues todos los celulares tienen cámara»

María no solo siguió sus pasos desde la fotografía, sino involucrándose también en La Cuadra y siendo curadora del archivo familiar para la exposición de 2013 Pereira: Álbum de su historia.  Ha realizado también muestras individuales de su obra en diversos espacios expositivos de la ciudad. 

Desde hace quince años encontró su cámara ideal, una Nikon D7000. Ella menciona que lo más importante es hallar una cámara con la que el fotógrafo se sienta cómodo, aprenderla a manejar a la perfección y luego dedicarse completamente a la imagen y al concepto que se quiera desarrollar.  

CONOZCA EL SENDERO ECOLÓGICO GUÁSIMO

Autor: Katerine Ríos Estrada

Cuando volvamos a la vida y el oxígeno entre de lleno nuevamente a nuestros pulmones, uno de los mejores planes al aire libre para realizar es visitar el sendero ecológico Guásimo, vereda El Aguacate, en el municipio de La Virginia. Un bosque seco tropical entre cascadas, árboles frondosos y 86 cantos de aves.   

Foto: Katerine Ríos Estrada | Los rayos del sol penetran la humedad tenue del bosque.

Un domingo de julio a eso de las 7:00 de la mañana nos encontramos alrededor de 20 personas en las afueras de la iglesia San José de Pereira para emprender un viaje hacia la ruta “Arrieros y pájaros” a través de los municipios de La Virginia, Balboa y La Celia, tres pueblos de Risaralda muy poco mencionados en el turismo de la región. 

Algo que me gusta hacer cada vez que voy de viaje es observar el paisaje; la cotidianidad de los transeúntes, el afán desmedido de los que van en sus carros, los diferentes cultivos y las actividades que se dan a su alrededor, y por supuesto las aves. 

En Cerritos (corregimiento de Pereira), de camino a la primera parada en La Virginia, los bosques ya están muy fragmentados y la vía es una de las más transitadas de la región. Es difícil ver gran variedad de especies, por lo general se observan las que que mejor se han adaptado a los impactos antrópicos: sueldas, tórtolas, mirlas, sirirís y cotorras chejas. 

           ¡imposible no notarlas por su escándalo!

Foto: Katerine Ríos Estrada | lenia copetona, una de las tantas aves que habitan el lugar. Nombre científico: Elaenia flavogaster. Es común verla en los bordes de bosque, se alimenta principalmente de insectos, por lo que es excelente controladora de plagas.
Foto: Katerine Ríos Estrada | Periquito de Anteojos, una de las tantas aves que habitan el lugar. Nombre científico: Forpus conspicillatus. Puede encontrarse en bandadas numerosas. En la vereda son muy comunes, se caracterizan por hacer mucho ruido, suelen hacer el nido en postes o ramas secas. Se alimentan de semillas y flores de arbustos principalmente

 Más adelante, en el valle aluvial del río Cauca, entre la Cordillera Central y la Occidental se encuentra el municipio de La Virginia, reconocido por su calor húmedo, donde hicimos la siguiente parada: el sendero ecológico Guásimo, ubicado en la vereda El Aguacate. Uno de los ecosistemas más importantes y amenazados del país. 

Era la segunda vez que oía mencionar este lugar, y solo con lo que había escuchado de él me bastaba para sentirme atraía por su particularidad, el ave endémica que lo habita y su poca popularidad dentro del turismo de la región. 

Al llegar a la vereda se tiene la expectativa de encontrarse con monocultivos de aguacate, fruta que está en pleno auge y es aclamada por el mundo. Su producción ha llevado a la deforestación de gran cantidad de áreas de bosque y ha cambiado la vocación agrícola de esta región. Sin embargo, lo que encontramos fueron grandes hectáreas de caña de azúcar queriendo devorarse todo aquello que a su paso encuentran y grandes extensiones de tierra destinadas a la ganadería y al monocultivo de cítricos.   

Foto: Katerine Ríos Estrada | Árbol, camino, contra luz. Hacia la vereda.

Alrededor uno que otro árbol, en el que descansan y se resguardan del calor los pocos animales que pasan por este desierto de olor dulce vinagroso. También el fuerte aleteo de otro tipo de aves, sobre todo rastrojeras, como el espiguero capuchino, semillero cariamarillo, cucaracheros y la famosa tijereta.

Foto: Maritza Palma Lozano | El encargado del sendero es José Ober Berraneche, vive en la vereda hace 50 años y actualmente es el presidente de la Junta de Acción Comunal. Ober se ha dedicado a cuidar los humedales que conectan con la quebrada El Guásimo y estuvo presente cuando se construyó el sendero hace aproximadamente 8 años.

  El centro poblado de la vereda está formado por unas cuantas casas ubicadas al lado izquierdo de la carretera. Allí vive don Ober, presidente de la Junta de Acción Comunal y principal doliente del sendero. Nos contó sobre el origen del nombre de la vereda –  al percibir nuestro asombro por no ver grandes extensiones de cultivo de aguacates -, “los primeros habitantes fueron indígenas Quimbaya provenientes de Antioquia y le dieron el nombre al lugar porque el punto de referencia era un inmenso árbol de aguacate”.

Artículo de interés: Entre arrieros y pájaros. Mapa que contiene rutas y lugares de Pereira y Risaralda como guía turística.  Mapa dossier miradores y morritos

El Distrito de Manejo Integrado (DMI) Guásimo, recibe su nombre en honor al árbol de guásimo (Guazuma ulmifolia) que abunda en la zona, pero su tala lo ha llevado casi al borde de la extinción. Se caracteriza por crecer en zonas secas. Se ve como un arbusto muy ramificado, con ramas largas que se extienden y ligeramente cuelgan, de hojas ovadas con margen aserrado que suelen ser de color verde oscuro o verde amarillento, sus flores son pequeñas inflorescencias de color blanco o crema que al igual que el fruto desprenden un olor dulce, gran atrayente para los polinizadores y pequeños animales que se alimentan de él.  

Foto: Katerine Ríos Estrada | El bosque en todo su esplendor.
Foto: Katerine Ríos Estrada | Quebrada Guásimo. Es la principal fuente de abastecimiento de agua para la vereda.

El sendero Guásimo hace parte de las veredas El Aguacate y La Palma y se encuentra dentro de un bosque seco tropical. Por las características topográficas y climáticas de la región resulta único y atípico, pues predominan los bosques húmedos. 

La principal preocupación de Ober es que las personas de la comunidad no se preocupan por el cuidado de este ecosistema, lo que dificulta aún más su protección y conservación. “Los habitantes dejaron de ser productores. Antes sembraban gran variedad de especies de alimentos como maíz, café, frijol, entre otros, pero luego las personas se volvieron perezosas para trabajar el campo, o por cuestiones socioeconómicas algunos vendieron y migraron hacia la ciudad o a otros pueblos en busca de mejores oportunidades. Y los que aún residen acá trabajan para el Ingenio Pacífico III o como jornaleros”., explicó al grupo con total convencimiento. 

Al preguntarle por las especies que anteriormente abundaban, nos dijo: “principalmente mamíferos medianos y pequeños como los micos, pero se fueron extinguiendo por la caza y la reducción del área de conservación”.

Foto: Maritza Palma Lozano | Entrada al sendero El Guásimo. Está comprendido por un área total de 1.331 hectáreas y junto a otro sendero ubicado en la vereda La Palma hace parte del Distrito de Manejo Integrado Guásimo, uno de los 12 distritos del Eje Cafetero declarados como áreas protegidas por el SIRAP-EC. En cualquier momento del día se puede contar con la fortuna de cruzarse con algunas de las 86 especies de aves que han sido identificadas allí.

Para entrar al sendero sólo hay que caminar unos tres minutos desde el caserío, hasta encontrar una cerca elaborada en guadua y un letrero que avisa que hemos llegado a nuestro destino. Inmediatamente se empieza a escuchar el canto de diversos pájaros: el batará carcajada, la elenia copetona, azulejos, canarios, entre otros. También se hace notorio el cambio de vegetación: más arbustiva, colores verdes, amarillos, alta humedad, bochorno.

Foto: Katerine Ríos Estrada | Un sendero con muchos caminos dentro del bosque. Aquí empieza la subida para llegar al final del sendero.

El camino está bien delimitado por un cerco de guadua pintado de verde y blanco; en las zonas más pendientes hay escalones que tras un día lluvioso pueden desafiar con facilidad el equilibrio de cualquier persona. 

Al avanzar más adentro cambian los sonidos, colores y olores. Se intensifican. Huele más a barro mezclado con hojas y lluvia, las brisas leves que pasan por momentos traen consigo los olores de la flor de maraca o también conocida como jengibre de la colmena, una planta de la misma familia del jengibre y la cúrcuma; inflorescencia de forma oblonga o de cilindro y de coloraciones amarillo, naranja, rojo y marrón que desprende ese olor picante característico.

Foto: Katerine Ríos Estrada | Flor de jengibre

   Al descenso nos encontramos con una especie de balcón que permite ver desde la altura el claro del bosque, su interior parece otro mundo, hay más luz de la percibida durante todo el recorrido. De repente se empieza a intensificar un sonido eléctrico producido por una de las especies que más captó mi atención, y por la que volví días después: el saltarín cuellidorado. Su nombre se debe a su barba, cuello y garganta color amarillo intenso; corona y dorso negro; pecho y abdomen verde oliva, es del género Manacus. Se caracteriza por emitir sonidos “eléctricos” con las alas cuando el macho está atrayendo a la hembra, además es endémica, lo que indica que se ha registrado sólo en Colombia y esta región es privilegiada por tenerlo.

Foto: Katerine Ríos Estrada | Una de las tantas aves que habitan el lugar. Saltarín cuellidorado. Nombre científico: Manacus vitellinus. La subespecie virividentris es endémica, se encuentra en bosques secos y húmedos hasta los 1000 msnm. Los machos se reúnen para atraer a la hembra mediante leks (agrupación de machos que competirían por apareamiento).

 Al acercarnos más a la quebrada (principal fuente de abastecimiento para la vereda) se escucha el paso del agua con la tranquilidad que emana su sonido y sensación de frescura. También oímos con más intensidad el melancólico canto del tinamú chico o gallinita de monte, también endémica, la cual por sus tonalidades se camufla muy bien en la hojarasca y la tierra. Lastimosamente es muy difícil de ver. 

Me senté en una banca a descansar y a esperar que más podía encontrar. Momentos después, junto a una roca en mitad de la quebrada, había un particular pájaro que solo había visto en fotos: el arañero ribereño. De color oliva oscuro en la parte superior y color amarillento en la parte inferior, y que llama la atención por su manera particular de pararse, levantando la cola.   

Después de cruzar el primer puente de guadua empezamos a encontrar las cascadas. Las primeras son de pequeña y estrecha caída de agua entre grandes rocas cubiertas por vegetación. Le siguen un par que forman al final una piscina iluminada por la luz que logra filtrarse por el dosel de los árboles y arbustos. 

Seguimos avanzando, bordeando la quebrada con el sendero y cruzando varios puentes desde los cuales observamos como el agua ha hecho su propio camino y ha moldeado todo a su paso. 

Finalmente, llegamos a las terceras cascadas, un poco más altas que las anteriores. Son dos grandes caídas de agua que brillan de manera chispeante por los rayos directos del sol, allí se forman varias piscinas y playas donde se nota el rastro de lo que parece ser el comedor de algún barranquero, o incluso una taira, que deja tras de sí los restos de lo que parecen ser caracoles.

Foto: Katerine Ríos Estrada
Foto: Katerine Ríos Estrada | uentes, cascadas, charcos y letreros que se encuentran de paso dentro del bosque
Foto: Katerine Ríos Estrada
Foto: Katerine Ríos Estrada | Antigua casa Eloy Castañeda. Según el letrero, hace unos años había una casa y una familia. Por ese camino se llega a Belalcázar, municipio de Caldas. Por la vegetación se nota que esta parte del sendero es un bosque en sucesión, joven aún.

A medida que iba saliendo del sendero sientí como si regresara de una realidad hermosa y mágica, un pequeño relicto de paraíso que de alguna manera ha sobrevivido a la expansión agrícola.

Es un lugar con mucho potencial para la educación ambiental, el enriquecimiento cultural, o simplemente un espacio diferente para aquellos que disfrutan caminar rodeados de naturaleza y melodías exóticas. Yo por mi parte pienso regresar cada vez que pueda, con la seguridad que cada vez encontraré algo nuevo para contar y fotografiar. 

Por favor, ¡vayan!, pero no sean visitantes indeseables. Llévense su huella humana, el bosque no la necesita.  

Foto: Katerine Ríos Estrada | Basura dejada en el sendero por algún visitante.
Foto: Katerine Ríos Estrada | Debemos proteger estos santuarios naturales llenos de vida, oxígeno y color.
ESTE CONTENIDO HACE PARTE DE LOS RESULTADOS DEL LABORATORIO ITINERANTE DE MEMORIA DOCUMENTAL AV+C5 REALIZADO EN 2019 POR PLANC EN ALIANZA CON LA CORPORACIÓN AVC Y LA FUNDACIÓN CULTURA PARA EL DESARROLLO. TRES RUTAS POR EL PAISAJE CULTURAL CAFETERO QUE REUNIERON A 30 BECARIOS DE LA REGIÓN QUE RECIBIERON TALLERES DE FORMACIÓN EN CAMPO (FOTOGRAFÍA, VIDEO, PODCAST Y NARRATIVA), TÉCNICAS DE MAPEO Y MANEJO DE INFORMACIÓN. 

¿PARA DÓNDE VAMOS?

Autor: Marcello Correa Lesmes

Parece que la fiesta y la parranda campesina típica del pueblo ayudó a resistir parte de su pasado violento. Una paz extraña se goza ahora. Entre muchas otras cosas al mistratense le gusta hablar de la belleza del campo, de la bendición de tener más de dos fuentes hídricas y de lo gratificante que es sentarse a conversar en el parque mientras sorbe tinto. Testimonio de uno de sus habitantes. 

A dos horas de Pereira, oculto en plena cordillera occidental se encuentra un tesoro de 570 kilómetros cuadrados. A voz de los indígenas fue bautizado como ‘Río de muchas loras’, pero los demás lo conocemos como Mistrató.

Este municipio fue fundado en 1925, se adorna entre cafetales y cultivos de aguacate. La gente asiste los fines de semana al parque central donde se encuentra la iglesia San José, allí venden y compran lo que se produce en los dos corregimientos y las 27 veredas que hacen parte de esta ‘Patria chica’ — como le llaman en su himno—

 – Acá venimos y vendemos la ropita, los gorros (…) se vende mucho el fin de semana, toca aprovechar.  

Foto: Marcello Correa Lesmes

 Afirma un don que vende en el parque. En aquel lugar se concentran más de 10 carpas que cada fin de semana ofrecen productos campesinos y uno que otro cachivache. 

Una paz extraña se goza en el pueblo. Unos compran, otros toman cerveza, otros suben a los camperos para volver a las veredas con la remesa de la semana. Una paz que como dicen:

 — No se veía antes, acá los paras estaban muy fuerte y antes de esos, la guerrilla.

Parece que la fiesta y la parranda campesina típica de Mistrató ayudó a resistir parte de su pasado violento. El mistratense habla de su campo, de lo bello que puede ser su pueblo, de la bendición de tener más de dos fuentes hídricas. Sin embargo, cerca de la iglesia a viva voz un hombre dice:

 — Como no sabemos para donde vamos, tampoco vamos perdidos.

Él menciona lo que los demás dijeron, pero parece además que le preocupa el futuro. Don Alirio, es enemigo de las fotos, pero amante a las buenas charlas con café. Cuenta que en los años cincuenta la violencia lo marcó de niño, pero que ‘las Farc’ lastimaron mucho más el pueblo.

—Aquí sí corrió sangre, violencia ahora poco, solo cuando estuvo la guerrilla.

Recuerda como en 2003 asesinaron a cuatro soldados en una vereda y que aquel suceso los dejó en pánico total. El Tiempo informó el 17 de febrero de ese año que: “cuatro soldados y un guerrillero murieron en enfrentamientos entre tropas de los batallones San Mateo, de Pereira, y Quimbaya, de Quindío, contra subversivos del frente Aurelio Rodríguez, de las Farc, en zona rural de Mistrató (Risaralda)”. 

—Aquí ahora es muy tranquilo, le prometo que aquí nadie le dice nada, acá violencia brava ya no.

Aquel lugar donde sucedió el hecho violento es una montaña tan cercana al centro del pueblo que ningún visitante pensaría posible lo que pasó. 

Nos paramos de las bancas del parque y recorrimos un poco más el pueblo. 

Don Alirio tiene 72 años, durante su juventud “viajó sabroso” y cuando regresó a Mistrató conoció como algunos de sus conocidos fueron desplazados a causa del conflicto.  

—Jovencitos por acá no vuelvan, que esto se complicó, decían. Y si no se iban los mataban.

En el pueblo conoció a la mujer de sus hijos, ahora goza de la compañía de sus nietos y de la ayuda que le brinda uno de sus hijos. Él cree que el futuro y la situación del país es compleja, sabe que no hay una violencia tan marcada como en décadas pasadas, pero no confía en el establecimiento de la paz. 

—Violencia tremenda ya no hay, pero esto no va pa’ nada bueno, ojalá que no suceda nada malo.

Cuesta arriba en un barrio que parece ser el único que no está pavimentado me enseña la historia del pueblo, me cuenta como sus abuelos fueron parte de las primeras familias en llegar a estas tierras, la relación de la gente con las comunidades indígenas, del amor por su pueblo y de las casas donde vivió de niño. 

Don Alirio conoce a su pueblo cual guía turístico, en cada calle guarda una historia y en cada esquina saluda a un amigo. Me cuenta de sus años arreglando mesas de billar y de cómo unos guerrilleros le apuntaron con una pistola mientras le preguntaban por ese oficio. 

— Escabroso y maluco. 

Hablando en plata blanca — como dice él— espera que a sus nietos les toque un país: 

 — Más tolerante, con mayor oportunidad en el campo y en la educación. Aunque no hay nada fijo.

Me repite:

 — Como no sabemos para donde vamos, tampoco vamos perdidos.

ESTE CONTENIDO HACE PARTE DE LOS RESULTADOS DEL LABORATORIO ITINERANTE DE MEMORIA DOCUMENTAL AV+C5 REALIZADO EN 2019 POR PLANC EN ALIANZA CON LA CORPORACIÓN AVC Y LA FUNDACIÓN CULTURA PARA EL DESARROLLO. TRES RUTAS POR EL PAISAJE CULTURAL CAFETERO QUE REUNIERON A 30 BECARIOS DE LA REGIÓN QUE RECIBIERON TALLERES DE FORMACIÓN EN CAMPO (FOTOGRAFÍA, VIDEO, PODCAST Y NARRATIVA), TÉCNICAS DE MAPEO Y MANEJO DE INFORMACIÓN. 

OBTURACIONES A LA DERIVA

Autor: Santiago Chiquito

En sus recorridos por municipios de Risaralda el fotógrafo Santiago Chiquito registró algunos lugares, objetos y construcciones en permanente transformación por el paso del tiempo. Tras su lente adquiere una nueva dimensión lo que comúnmente se considera ‘feo’, ‘desgastado o ‘marginal’. 

Foto: Santiago Chiquito

En la mayoría de recorridos que emprendí por algunos municipios de Risaralda partí del ejercicio desprevenido de caminar a la deriva por los nuevos entornos e ir hallando de forma espontánea e imprevista ciertos elementos y atmósferas.

Estas derivas posibilitan realizar una lectura del paisaje desde el hallazgo, la interacción y el abordaje fotográfico de elementos poco convencionales o de aquello que puede considerarse ‘feo’, ‘anti estético’ o ‘marginal’.

 Y son precisamente estas cualidades tan singulares de lo desgastado, lo ajado, lo mohoso, lo abandonado, lo corroído, lo roto, lo sucio; lo que atrae e impulsa al autor a enfocar y a obturar mediante la elección de ciertos ángulos y composiciones. 

Las fotografías realizadas se presentan como huellas ineludibles del territorio, como testimonios del inevitable paso del tiempo y del innegable impacto de la presencia de acción humana en el entorno. Dan cuenta, además, de algunos componentes marginales del paisaje y de cómo algunos objetos se mimetizan con la naturaleza; y de como ésta, en otros casos, se re-apropia de espacios abandonados.

Hay en todo esto una ineludible connotación política en cuanto a que los objetos fotografiados son rastros de una sociedad supuestamente civilizada y organizada. Pero también cierta connotación poética en cuanto al propósito de develar la belleza oculta de la ruina desde el lenguaje fotográfico.

ESTE CONTENIDO HACE PARTE DE LOS RESULTADOS DEL LABORATORIO ITINERANTE DE MEMORIA DOCUMENTAL AV+C5 REALIZADO EN 2019 POR PLANC EN ALIANZA CON LA CORPORACIÓN AVC Y LA FUNDACIÓN CULTURA PARA EL DESARROLLO. TRES RUTAS POR EL PAISAJE CULTURAL CAFETERO QUE REUNIERON A 30 BECARIOS DE LA REGIÓN QUE RECIBIERON TALLERES DE FORMACIÓN EN CAMPO (FOTOGRAFÍA, VIDEO, PODCAST Y NARRATIVA), TÉCNICAS DE MAPEO Y MANEJO DE INFORMACIÓN. 

LA DANZA DEL TACTO

Autor: Erika Gallego Becerra  

En un cuarto sin ventanas y con muchos espejos suenan los saltos descalzos que recibe una superficie de madera. Se trata de un reducido grupo de personas que, rodando en el piso o unas sobre otras, improvisa movimientos a su propio ritmo y compás. 

 Es danza contacto, uno de los programas de formación artística de la Secretaría de Cultura de Pereira que antes de la pandemia se realizaba en el Centro Cultural Lucy Tejada. La única condición es el contacto permanente con alguna parte de otro cuerpo. Algo hoy en día imposible.

Foto: Erika Gallego Becerra

Nota aclaratoria de la autora

Quién iba a pensar que mientras ponía punto final a este relato de experiencias vividas con mi cuerpo, entrábamos en una especia de trance que nos alejaría precisamente de las sensaciones que a continuación se evocan. Que mientras en un salón experimentábamos nuevas formas de tocarnos y sentirnos, en otro continente, y sin tener la menor sospecha, se gestaba lo antónimo al tacto, hasta ponerlo en pausa. Cómo podríamos saber que extrañaríamos lo que muchas veces nos incomoda en el día a día de la vida social.  

Nos enfrentamos a nuevas formas de estar cerca: una imagen en pantalla, una voz a través del teléfono, una frase musitada ya no con las cuerdas vocales sino con el sonido de un teclado. Lo intentamos a toda costa porque la cercanía, y sobre todo el tacto, hacen parte de nosotros. Quizás, después del oxígeno, es lo primero que sentimos al nacer: unas manos tibias que nos acogen y nos dan la bienvenida.

Cuando pase la pandemia nos lanzaremos con más seguridad y deseo al lenguaje del cuerpo y a sus sublimes posibilidades. Es inevitable.

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Muchos nos hemos sentido incómodos cuando en el transporte público, lleno a más no poder, todo se toca con todo. Es muy común ver el contacto como algo incorrecto, incluso irrespetuoso, eso lo aprendimos desde pequeños en casa y lo reforzamos afuera, en los lugares comunes y públicos donde está la presión de la sociedad. Sucede lo mismo con las advertencias de mamá, grabadas e incrustadas en la memoria: ´´No corra que se cae´´, ´´no se arrastre por el piso´´, ´´se va a ensuciar´´; la lista es larga. 

 Y como llevándole la contraria a todo eso nace la danza contacto (también denominada «contact improvisación»), clasificada como un tipo de danza posmoderna que se caracteriza precisamente por propiciar actividades poco usuales en la tradicional como correr, caer, arrastrarse por el piso, y lo más importante: tocar. 

Tocar al otro, sentirlo, compartir su sudor mientras ningún movimiento está planeado. 

Foto: Erika Gallego Becerra

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 En un salón amplio ubicado en el sótano del Centro Cultural Lucy Tejada, Diego González, encargado de guiarnos en este viaje corporal, antes de dar respuestas, pregunta: ´´ ¿qué es el contacto improvisado? ´´, y… divagamos. La mayoría había alimentado la imaginación con algunos videos de Youtube, nada más. Diego nos ofreció luces sobre el asunto contándonos que se creó por allá en los años 70 gracias a Steve Paxton y Nancy Stark, quienes emprendieron la búsqueda por encontrar diferentes formas de relacionarse con el cuerpo humano a través del movimiento, fusionando la acrobacia, las artes marciales y la danza. 

´´Es revolucionaria ya que se revela inclusive contra las reglas de la danza contemporánea donde hay tiempos y existe una coreografía. Esto es una danza de exploración libre, heterogénea, donde todos sin importar su habilidad, género o edad pueden participar´´

El primer reto, como si de un entrenamiento para la vida se tratara, fue dejar el miedo. Uno de los primeros ejercicios era correr al final del salón y dejarse caer; luego rodar por el piso, cargar al compañero y hasta hacer masajes. Contactos que consistían en relajar y conocer al otro, dando pequeños golpecitos o apretones en algunas partes del cuerpo, identificando las zonas sensibles al dolor para más tarde en la danza no lastimar. 

Después de varias clases el asunto dejó de ser inquietante y raro, y empezó a ponerse divertido. Al finalizar cada sesión formábamos un círculo para socializar cómo nos habíamos sentido, qué habíamos aprendido y qué notábamos en comparación con la primera clase. En este punto todos estábamos de acuerdo con una cosa: ninguno se arrepentía de haber entrado en el asunto, pues la tranquilidad, sintonía y purificación después de cada jornada era maravillosa. 

Foto: Erika Gallego Becerra

 Recuerdo tres momentos particularmente:

Liberación. Con los ojos cerrados y los sentidos despiertos, en el vaivén que produce escuchar los propios latidos del corazón, el cuerpo empieza a adoptar formas sin nombre y sin límite. Sin reglas para moverse adecuadamente ni pasos que seguir más que los propios, el objetivo era dejar salir, a través del movimiento, lo que cada uno quisiera o debiera expresar. Para esto formamos parejas, uno ´´bailaba´´ o se movía indiscriminadamente por todo el salón con los ojos cerrados mientras el otro se encargaba de evitar que el primero chocara con algo.

Conexión. En una suerte de todos con todos, la definición más amplia y acertada de lo que es el contacto improvisado, que inicia suavemente con tocar la punta de los dedos o cualquier otra parte del cuerpo. Girando en torno, o en su propio eje, y dejándose llevar por los sentidos, como en una telaraña que se teje con cada movimiento y funciona en conjunto. No existe un manual de instrucciones, ni un paso a paso. Hay una conexión con uno mismo desde adentro que logra abrirse y relacionarse a través del contacto usando movimientos auténticos como lenguaje corporal, una conversación sin palabras en un baile improvisado y único. 

Foto: Erika Gallego Becerra

Catarsis. El momento quizás más emotivo, que a su vez logra sellar el ciclo de experiencias y que fue el más íntimo de todos. Si es que después de tanto cuerpo a cuerpo algo puede ser más íntimo. Al concluir otro momento de improvisación con frenesí a flote, Diego nos pide mirarnos a los ojos. Si alguna vez han hecho esto por segundos prolongados notarán una especie de incomodidad o tímidas sonrisas, que no nos sucedió en ese momento preciso. Acto seguido viene un abrazo. En la vida común, en un día cualquiera, abrazar por más de diez segundos se consideraría casi un acoso, pero en danza contacto significó la paz absoluta.

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  ´´Yo soy profesora de niños y manejo mucho estrés durante la semana y desde que empecé aquí me he liberado mucho, siento menos estrés´´, mencionó una de mis compañeras. Y así como ella, otros y otras, que llegaban allí después de sus obligaciones del día, compartían esa opinión: ´´Incluso siento que duermo mejor»

Tampoco sobra mencionar que el contacto improvisado también ha sido utilizado en muchos casos como tratamiento terapéutico en personas con discapacidades físicas e incluso mentales. Añade Diego Gonzáles:

´´Está muy ligado al estudio de la somática en la que se toma conciencia de diferentes lugares del cuerpo, y a partir de ahí, su relación con el movimiento. Por eso se hacen ejercicios fundamentados en el sacro, que hace parte de la anatomía que se convierte en un eje y nos liga a la estructura, al movimiento y a la vida´´.

Foto: Erika Gallego Becerra

Ya sea desde un punto de vista espiritual, medicinal, como danza, o sencillamente para experimentar y abrirse a nuevas formas, la danza contacto puede ser para todos sin excepción alguna porque supone el conocimiento propio, desde adentro, y abarca un expresionismo artístico fuera de límites y normas. 

 Ahora con seguridad quienes participamos del ejercicio no nos sentiremos incómodos en el transporte público en plena hora pico, mucho menos temerosos a terminar en el piso por algún tropiezo. Entendemos la importancia y la carga energética que significa el roce piel con piel. 

Sin pensarlo mucho nos atreveremos a dar una caricia o un abrazo, aceptando y comprendiendo el contacto como lo que es: parte de la naturaleza, e incluso, algo completamente necesario.

EL RIDÍCULO CULTO A LA VIRGINIDAD

Autor: Ana Milena Duque // La Indecente

La idea es obsoleta y totalmente alejada de la compleja anatomía femenina. Considerarla como una simple creencia es comenzar a romper los esquemas absurdos que las mujeres tuvimos que cargar por muchos años. 

¿Usted se acuerda lo que pensaba sobre la virginidad cuando apenas empezaba la adolescencia?  Para muchas fue incluso un dolor de cabeza porque estábamos llenas de expectativas frente a la primera vez, y la verdad es que incluso la poca información que las mujeres recibíamos apuntaba a ser una experiencia dolorosa, incómoda, e incluso traumática; porque algunas sangraban y poco se hablaba de la existencia del orgasmo, un invitado que ni siquiera hacía parte de la ecuación por aquel entonces.

Mi caso fue particular, los orgasmos estuvieron presentes desde la primera vez. Decidí abordar el tema de la virginidad por los cachos, rompiendo ese gran tabú que sigue instaurado en nuestro cerebro y que a pesar de estar en pleno siglo XXI sigue siendo muy frecuente en las consultas sobre salud menstrual: la creencia extendida de que la castidad de una mujer habita en el himen.

Un gran tabú sigue instaurado en nuestro cerebro a pesar de estar en pleno siglo XXI: la castidad de una mujer habita en el himne. Nada más absoleto y fuera de contexto con los tipos de sexualidad y orientación sexual que existen actualmente

Primero, la virginidad no existe, ha sido una creencia instaurada acerca de la delgada capa que cubre parte de la entrada vaginal y se rompe cuando supuestamente una mujer es penetrada por un pene. 

Abogar por la virginidad no solamente es obsoleto, sino que además no encaja en los tipos de sexualidad y orientación sexual que existen actualmente. Esa falta de actualización en el concepto es exclusivamente falocentrista y patriarcal (ideología de que el falo, u órgano sexual masculino, es el elemento central en la organización del mundo social) y no todos los seres humanos están de acuerdo con dicho concepto, porque no todas las relaciones que existen en el mundo son heterosexuales. 

La corona vaginal, como preferimos llamarla acá, es una membrana flexible y muy diversa de persona a persona. Está ubicada entre 1 y 2 cms de la entrada vaginal y se estira normalmente gracias a la lubricación, naturalmente trae diversos tipos de perforaciones para que cuando llegue la menstruación no haya ningún inconveniente en la evacuación del fluido. Lo que sí es cierto es que su sensación al estirarse es muy personal. 

La corona vaginal es muy flexible. Su sensación al estirarse es muy personal. Por eso el sangrado durante la relación sexual, sin importar si es la milésima vez o la primera vez que lo haces, es el resultado de una mala lubricación o de tensión durante la actividad sexual.

Esto nos muestra por ejemplo que el sangrado durante la relación sexual, sin importar si es la milésima vez o la primera vez que lo haces, es el resultado de una mala lubricación o de la presencia de tensión durante la actividad sexual. Lo más bonito es que con autoexploración y con la ayuda de un espejo puedes abrir los labios de la vulva y conocer la corona vaginal y sus diversas formas. 

Artículo de interés: El sexo durante la menstruación

El sexo durante la menstruación

  En un mundo donde las mujeres deben aprender a llevar la batuta de su sexualidad, la pregunta es: ¿por qué preservar un concepto tan arcaico y desligado de la realidad? Se hace urgente actualizarnos y educarnos. Es momento de empoderarnos y apropiarnos del cuerpo porque necesitamos tener las herramientas para administrar adecuadamente nuestro placer y deseo, libres del ridículo culto a la virginidad.

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