
Autor: Ciudad Latente

Danza y folclor

Cuarteto de la Banda Sinfónica de Pereira

Terra Mutatis

Tchaikovsky. Sinfonía de una vida patética

Primer encuentro de artistas 222 Studio
Estuvimos desde la comuna de Villa Santana en Pereira con el primer encuentro de artistas organizado por 222 Studio (@222estudiosoficial ), un colectivo juvenil que busca la integración entre chicos y chicas del sector para potencializar sus capacidades creativas a través de la música, la pasarela, fotografía y otras expresiones culturales.

Les compartimos una galería de imágenes con algunos de los y las chicas del barrio que estuvieron presentes y un en vivo donde algunos de los y las artistas que hacen parte del colectivo no comparten sus opiniones.
El video lo pueden ver haciendo clic aquí
Cubrimiento en vivo y fotografías: Laura Zapata
Plan C es un proyecto de la Corporación Ciudad Latente, Concertado con la Secretaría de Cultura de Pereira. “Proyecto apoyado por el Ministerio de Cultura Programa Comparte lo que somos”.

Directorio creativo // Trabajo compartido en Pereira
Hicimos en redes sociales un directorio tipo Top C sobre espacios para hacer Coworking o trabajo compartido en Pereira. En una primera publicación agregaron varios espacios más de este tipo que nos permitió hacer una segunda entrega en redes.
Recopilamos esos dos contenidos para dejarles la información de los Coworking que recomiendan los y las pereiranas por nuestras redes sociales @placpereira FB e IG
El coworking permite que emprendedores o profesionales independientes compartan un espacio físico de trabajo, se generen redes de contacto y se piense en proyectos conjuntos. Si fuera de estos espacios que te presentamos conoces otros por el estilo en la ciudad o alrededores, déjalos en los comentarios.
Diseño: Pilar Angarita / Investigación: Jessica Arcila
Una producción de Plan C, proyecto de la Corporación Ciudad Latente. Concertado con: el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura de Pereira 2021.

Directorio creativo // Emprendimientos culturales Fondo Emprender
Los emprendimientos culturales en la región son muchos y variados, presentamos en redes sociales un directorio de emprendimientos de la región que han sido beneficiados por el Fondo Emprender en algún momento de su existencia. Estos fondos les ha permitido a los negocios sostener su proyecto o consolidar alguna idea que han tenido en mente. Se los dejamos aquí para que los tengan en cuenta.
Si conoces otros emprendimientos culturales que hayan sido beneficiados por este Fondo, déjalos en comentarios.
Diseño: Pilar Angarita / Investigación: Jessica Arcila
Una producción de Plan C, proyecto de la Corporación Ciudad Latente. Concertado con: el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura de Pereira 2021.

222 Estudios: un proyecto para jóvenes talentos
222 Estudios (@222estudiosoficial), es un proyecto que nació en el 2021 en cabeza del artista Christian Duván Roa (@chriistiianroa). Su finalidad es apoyar a los talentos jóvenes de los barrios Las Brisas y Villa Santana en Pereira; personas interesadas por la música, la fotografía y el modelaje. Este proceso ha sumado muchos rostros de chicos y chicas que viven con el anhelo de desarrollar su proyecto de vida en torno al arte, demostrando que en las zonas periféricas hay muchísimo talento.
Estuvimos con ellos, conocimos sus historias y aprovechamos para retratarlos.
Fotografías: Jess Ar. @campografias
Te invitamos a apoyar y seguir este valioso proceso al que puedes sumarte aportando el conocimiento artístico que tengas para compartir en el proceso formativo de estos chicos y chicas.
Otros contenidos en redes FB e IG @plancpereira:
Video: https://www.instagram.com/p/CSsPvH7HaDZ/
https://www.facebook.com/plancpereira/videos/377940307060023
Una producción de Plan C, proyecto de la Corporación Ciudad Latente. Concertado con: el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura de Pereira 2021.
CÁMARA EN MANO: UN CINECLUB INUSUAL
EL VALOR DEL CINE CLUB
Indiscutiblemente el cineclub mejoró la experiencia del espectador y agudizó su conocimiento frente a un mundo de imágenes en movimiento cada vez más amplio que no ofrecían los espacios convencionales. Aunque su mayor auge es asunto del siglo pasado, la revolución informática permitió acceder desde casa a esos productos de difícil circulación y profundizar en análisis y reflexiones en torno a ellos, aún quedan espacios que se visitan con esa insondable curiosidad por lo nuevo y lo desconocido, a ver en cofradía “esas películas” y a conversar sobre lo percibido por cada uno de los asistentes.
Son grupos reducidos de entusiastas que exploran el cine con una mirada menos banal, desde raras temáticas, ciclos de directores y efemérides, o lo que sea, con tal de encontrar algún puerto posible que llegue en la mayoría de los casos a equilibrar el panorama frente a la incomodidad, la estrechez y la dudosa calidad (en términos técnicos) de lo proyectado. A la final eso no importa. Estamos dentro de un lugar refrescante para combatir el exagerado ritual de filas, asientos y palomitas de las amplias y sofisticadas salas comerciales.

LA EXPERIENCIA
La cita es semanalmente cada miércoles, la función está programada para las 7:30 de la noche. Unos 15 minutos antes la gente empieza a llegar a Sala Estrecha para acomodarse y encontrar lugar en las pequeñas gradas con aproximadamente espacio para unas veinte personas. Como premio a la puntualidad los organizadores del evento, Felipe Rivera y John James Gutiérrez, proyectan un cortometraje que sirve de preámbulo a lo que será la película de fondo. Por lo regular ambas producciones están relacionadas.
Artículo de interés: Sala Estrecha y la estética del fracaso
La magia del cineclub comienza. Antes de reproducir la película los organizadores comienzan la explicación de contexto y temática, hablan del director y la pertinencia frente al ciclo promovido para esa ocasión. Han sido muchos los abordajes para hacer del encuentro cinéfilo algo provocador, la mayoría de ellos muy atractivos, despiertan las ganas de asistir con tan solo ver el anuncio así no se tenga idea de las películas a proyectar. Desde duplas, realizaciones cinematográficas en una sola locación, la autoficción, directores fallecidos, producciones realizadas en Corea del Sur (por aquello de Parásitos y sus premios Óscar) nuevos realizadores y hasta fechas tan específicas como Halloween. Esa diversidad y rigurosidad para encontrar siempre nuevas formas de convocar es quizá uno de sus éxitos para mantenerse en el tiempo y sumar espectadores y funciones.

“El cineclub Cámara en mano lleva ya más de diez ciclos, empezó en febrero de 2019. Surgió como un intento de ampliar algo que se había hecho en Sala Estrecha hace varios años con el nombre de Cine inusual, encuentros donde se programaban cuatro películas a lo largo del mes, nosotros queríamos reactivar ese espacio de una manera más permanente”, explica Felipe Rivera, uno de los creadores del cineclub. Y agrega: “Es como cualquier otro dispositivo para hablar de literatura, filosofía, poesía, etc. Lo que permite es que la gente se encuentre en torno a temas en común y pues eso es realmente lo importante”.
Un par de semanas antes de que la pandemia nos mandara a todos para la casa, una de las películas proyectadas a las que pudimos asistir, la del último miércoles de febrero, fue una obra donde se mezclaba magistralmente la ficción con hechos de la realidad, eso que muchos han llamado los límites de la ficción y la no ficción. Cerraba el ciclo de duplas, y llamó la atención que sus directoras, Petra Costa, actriz y cineasta brasileña y Lea Glob, documentalista danesa, se conocieran justo antes de iniciar rodaje; a diferencia de las otras parejas de realizadores (hermanos, esposos o amigos) presentadas durante el mes. A ese nivel de especificidad se puede llegar en cada una de las jornadas del cineclub.

¿Qué es lo real o qué es la ficción y hasta qué punto se puede considerar que lo que se dice como verdadero no es otra ficción más? Ese fue el mayor interrogante al concluir la película y encender la luz para entrar en discusión. ¿Qué tan verídicos son los documentales, ese género audiovisual que más se jacta de usar la realidad?, otro de los puntos a considerar esa noche. La conclusión fue simple: no existe realidad absoluta siempre que el lente de una cámara esté frente a algún sujeto u objeto. Después de cruzar ideas algunos se quedan en el lugar, que también funciona como sala de teatro y cantina al paso, para conversar más, de esa o de otras películas exhibidas o pendientes por ver. Da igual: la experiencia siempre será diferente ante cualquier historia surgida desde la pantalla improvisada.
Sea cual sea su perspectiva de los cineclubes, vale la pena tomarse el tiempo y visitarlos. Por el compartir colectivo, nostalgia o simplemente para ver una película diferente que no esté dentro del menú más promocionado. No se necesita ser cinéfilo o un avezado conocedor. Todos están para aprender y dejar un poco atrás esa monotonía en la que nos encontramos muchas veces al prender el televisor o ir a una sala comercial. No siempre la mejor silla hace la función más memorable. Ya suman más de medio centenar de películas, y esperan al regresar de casa, aumentar aún más esa cifra.