Daniel Monsalve Bobadilla
El libro Trayectos trazados, antología de relatos dibujados, es fruto de los talleres Hablemos de BD, programa de promoción lectora y formación de autores de historieta que desde el año 2015 adelantan de manera conjunta la Alianza Francesa de Pereira, Cómics Sin Fronteras y Entreviñetas. Una gran variedad de miradas para todos los gustos: desde un viaje a Perú en bicicleta hasta las múltiples interpretaciones del sonido en la ciudad.

BD (Bande Dessinée), es el término francés que se utiliza para referirse a la historieta o cómic. El libro Trayectos trazados, antología de relatos dibujados es la segunda obra que publica la Alianza Francesa de Pereira después de La ciudad y yo. En este trabajo quince autores retratan en catorce cómics sus experiencias y vivencias a partir de algún viaje que hubiese sido significativo.

Más allá del desafío creativo que implicaba la propuesta del libro, también había una cuestión más profunda: todos los participantes realizaron sus ilustraciones en presencia y con la asesoría de sus colegas. No hubo una anhelada privacidad, sino todo lo contrario, una constante retroalimentación colectiva.
“Al principio era muy cerrada a las recomendaciones que me daban, después aprendí a aceptar las de mis compañeros y al final todos vimos evolucionar el trabajo de cada uno”,comentó Stephanie Eusse, una de las autoras con el relato Zona de Tranquilidad.
Ricardo Rodríguez, editor y experto en cómic y Nelson Zuluaga, director de la muestra Cómics Sin Fronteras, fueron los encargados de articular de manera efectiva el aporte creativo de los participantes y equilibrar los diferentes estilos artísticos de los dibujantes con la idea de viaje que querían plasmar. Nada fácil si consideramos lo heterogéneo del grupo que contaba con jóvenes, aún estudiantes de bachillerato, docentes en diversas áreas e interesados con profesiones y oficios diferentes al cómic. El menor fue Sergio Antonio Palacio con solo 16 años, autor del relato «Ida y regreso», y ganador en 2019 del Concurso Sabores de Colombia.

Cada autor tuvo un espacio de tres páginas para retratar su contenido. Todos, más allá de la producción de su propia obra, quedaron con alguna enseñanza: aquellos que eran habilidosos en lo digital pero inexpertos en el dibujo a mano tuvieron que aprender a mejorarlo, de igual manera, los mejores dibujantes debieron aprender, cuando fue necesario, de las amplias posibilidades ofrecidas por un software.
Según los autores, comunicar fue la parte más complicada del proceso, que el dibujo plasmado tenga realmente un significado para el lector y que no se quede solo en una experiencia aislada. Que a través de esos trazos el lector pueda realmente entender cuál fue el viaje que se quiso representar.

Es difícil resumir la obra desde un único aspecto de contenido, pues cada una de las historias mostradas son tan particulares que no sería posible hallar un punto de encuentro definitivo. En su conjunto, realmente representa un viaje para ambos lados: el que viajó y lo dibujó y el que observa y lo imagina.
Ilustraciones del libro
– “Coleccionista de silencios” por Valentina López
– “Raíz” por Juanita Serna
– “Camino a ciegas” por Andrés Matallana
– “Equipaje” por Valentina Aguirre
– “Pasajeros” por Valentina Gallego
– “El camino a Luucx Yat” por Mirot Caballero
– “Allí” por Melissa Agudelo
– “Florencia” por Jorge Mario Ríos
– “Marcas” por Angélica López y Leo Gaviria
– “De Piura a Huaraz” por Jacques Dulfos
– “Palomino” por María Isabel Isaza
– “Zona de tranquilidad” por Stephanie Eusee
– “Recorridos sonoros” por Yennifer G. Ballesteros
– “Ida y regreso” por Sergio Antonio Palacio.
