PADRES E HIJOS CREADORES DE LA REGIÓN CAFETERA

  • Cuándo: Fecha: 21 de junio de 2020

Autor: Daniel Monsalve Bobadilla

Hoy celebramos el Día del Padre y PlanC te invita a conocer un especial con semblanzas de padres e hijos de la ciudad de Pereira que han dedicado su vida a la literatura, el periodismo, la música, el arte y la fotografía. La vocación no se pierde y el legado pasa de generación en generación con proyectos culturales de alto impacto.  

Les compartimos a continuación 5 historias de 10 personalidades pereiranas, cuyas obras han sido fundamentales en el desarrollo cultural de la ciudad. 

A pesar de la queja común y bien sabida de que el arte, y en si todo proceso de creación, es un esfuerzo constante de supervivencia; la pasión y el convencimiento de muchos han sido claves para ejercer múltiples oficios creativos  a pesar de las vicisitudes. 

Siempre hay personas dispuestas a tomar el desafío con tal de seguir su vocación, o en este caso, familias que están dispuestas a mantenerse en el riesgo. 

Literatura

Padre: Miguel Álvarez de los Ríos

Foto extraída del libro Miguel Álvarez de los Ríos, forma y estilo del periodismo literario (UTP) de los autores Rigoberto Gil Montoya y Álvaro Acevedo Tarazona. Miguel Álvarez de los Ríos en: | * Sala de redacción del periódico El Espectador en 1967. 2* Asistente de dirección del Diario de Occidente, Cali, 1992. 3* En su estudio en Pereira, 2007.

El periodismo y el derecho usualmente no son campos afines o complementarios. Sin embargo, cuando se tiene la visión necesaria para mezclarlos, pueden convertirse en herramientas poderosas para el ejercicio reflexivo. Y un hombre reflexivo y referente de las letras en la ciudad es Miguel Álvarez de los Ríos. 

Nació en Pereira el 6 de Junio de 1935. Fue reconocido como doctor honoris causa en la Universidad Tecnológica de Pereira y escogido por el PRI para ser condecorado con la Medalla Honor al Mérito Periodístico “Libardo Gómez Gómez”. 

En cuanto a su legado, fue fundador junto a la doctora Martha Lucia Eastman de la Academia Pereirana de Historia y de la Sociedad Bolivariana del Parnaso Literario del Eje Cafetero, un espacio dedicado a fomentar y reconocer lo más destacado de la literatura y la poesía a nivel regional y nacional.  

Periodista como muchos de la vieja usanza, que se forjó de manera empírica pero con rigor, ejerció el periodismo con altura aun cuando no existía en la región un sector académico o formativo que definiera los parámetros técnicos y teóricos del oficio. Mezcló además su calidad periodística con una pasión desbordada por la literatura y la poesía.

Miguel Álvarez forjó una carrera de más de cincuenta años de oficio, obteniendo el estatus de uno de los mejores periodistas del país, así como uno de los ciudadanos más ilustres de Pereira. Un hombre poliglota y con un gusto refinado para la música y la pintura. 

Otro gran escritor de la región, Cesar Montoya Ocampo, definió a Miguel Álvarez en el medio Eje 21 con las siguientes palabras: “Álvarez de los Ríos tiene un cerebro relampagueante. La avidez sin fatiga de sus lecturas y el parto diario de sus musas lo han convertido en el epicentro intelectual de Risaralda”.

Foto extraída del libro Miguel Álvarez de los Ríos, forma y estilo del periodismo literario (UTP) de los autores Rigoberto Gil Montoya y Álvaro Acevedo Tarazona. Miguel Álvarez de los Ríos, su hijo Juan Miguel y su esposa Eunice, Pennsylvania, Estados Unidos, 1995.

Hijo: Juan Miguel Álvarez

Al igual que su padre, se ha encaminado a la lo largo de su vida por el camino del periodismo y las letras. Quizá sea previsible que alguno de los seis hijos terminara siguiendo sus pasos, sin embargo, el ejemplo y el apellido no son suficientes para hacerse un nombre y el reconocimiento dentro del periodismo nacional. Se requiere además talento y disciplina, y Juan Miguel posee ambos. 

Nacido en 1977 en Bogotá, ha logrado destacarse gracias a títulos como Balas por encargo (2013) y Verde tierra calcinada (2018), además de una vasta producción de reportajes y crónicas en numerosas publicaciones a nivel nacional, siendo la revista El Malpensante su principal casa editorial.  Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2017, en la categoría de Crónica, y 2018 en Reportaje en prensa escrita. Fue incluido además en la selección oficial final del premio de periodismo Gabriel García Márquez.  

A través de su mirada a una amplia diversidad de temas en cultura, derechos humanos y conflicto colombiano ha encontrado una manera bien profunda y humana de analizar ese complejo iceberg que es la violencia de nuestro país. No obstante, el hecho de analizar un fenómeno no implica que se deba ser pretencioso. En la revista Arcadia, hablando de su libro Verde tierra calcinada, aseguró:

 “Escribir creyendo que uno puede ayudar a construir memoria es un error de cálculo.” 

Sobre su padre no ahorra en elogios, en una entrevista con el diario El Tiempo, explicó lo que significa su legado para la ciudad. “En las calles de Pereira mi padre es un monumento vivo a la humana civilidad pensante”.https://www.instagram.com/p/BqOXD_kBGOo/embed/captioned/?cr=1&v=12&wp=540&rd=https%3A%2F%2Fwww.plancpereira.com&rp=%2Fcopia%2Fmiradas%2Fpadres-e-hijos-creadores-de-la-region-cafetera%2F#%7B%22ci%22%3A0%2C%22os%22%3A6377.200000047684%2C%22ls%22%3A6137.299999952316%2C%22le%22%3A6265.599999904633%7D

Al recibir en 2018 su segundo Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, Juan Miguel Álvarez escribió en su cuenta de Instagram: “El origen estuvo aquí conmigo una segunda vez”. 

Música

Benjamín Cardona y Daniel Cardona

La música en los Cardona está muy ligada a las generaciones pasadas. Los tíos y el abuelo de Benjamín eran bastante hábiles en la interpretación de instrumentos de cuerda como la guitarra, la bandola y el tiple. Benjamín desde muy chico veía a su abuelo dando serenatas a su abuela, lo que lo llevó a emprender su camino con la música, tocando la guitarra y recordando lo que interpretaban sus abuelos y sus tíos en su vereda de nacimiento, Villa Rica en el Tolima. 

A causa de la violencia de la época la familia de Benjamín llega a Pereira. Comienza su formación en el Conservatorio de Bellas Artes ubicado en aquel entonces en el parque El Lago. Fue destacado alumno y además uno de los responsables de impulsar el área de cuerdas típicas de la Universidad Tecnológica de Pereira. 

Archivo particular.Benjamín y Daniel, siempre unidos a través de la música.

Con este legado su hijo Daniel al observar el arduo trabajo de su padre y sus sesiones de estudio de guitarra y de guitarra clásica,  decidió ingresar en el mundo musical a través del violín e inició sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de la misma universidad, haciendo parte para la Orquesta sinfónica Juvenil e infantil Batuta.  

«Este se convierte en un momento muy memorable para nosotros y lo recordamos con mucho entusiasmo.”, recuerda Daniel Cardona.

La influencia de Benjamín en la trayectoria de su hijo no solo fue a través de su ejemplo, sino a través de su buen gusto, así recuerda Daniel sus influencias musicales y los artistas que escuchaba en su infancia.

“Mi influencia ha sido la música Latinoamericana, también escuché mucha música clásica. De pequeño a mi padre le gustaba comprar la colección de los grandes compositores de música clásica, allí había un gran repertorio en cuanto a música europea y yo disfrutaba mucho de esto. Recuerdo que había un vinilo de Heitor Villa Lobos  y empecé a disfrutar mucho de la música brasileña y con el tiempo empecé a interpretar canciones de la música popular brasileña en la guitarra.»

Arte

Jesús Calle y Pablo Calle

La pintura en los Calle ha sido una de las actividades primordiales de la familia.  Como en muchos casos en el mundo del arte y la cultura, los hijos inevitablemente terminan ejerciendo el oficio a sus padres, y a pesar de las dificultades, la pasión sigue presente en el hogar.

“Empecé hace más de 45 años mi trayectoria en el arte, más o menos desde los 16 o 17 años. Llegué a Pereira en 1978 y comencé mi formación en el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Tecnológica de Pereira ubicado en el Lago Uribe.”, comenta Jesús Calle. 

Archivo particular. Jesús Calle, de fondo uno de sus cuadros

En estas décadas de carrera artística, Jesús no solo se ha consolidado como un artista a nivel individual, sino que también ha posibilitado que muchos artistas expongan su trabajo y su obra a través del proyecto La Cuadra que él inauguro hace 20 años con otros amigos y vecinos artistas del sector de La Circunvalar. 

Respecto a la evolución de su trayectoria y su estilo, Jesús menciona. 

“El estilo es algo que se va dando con el hacer, con el ejercicio constante de creación en el cual uno se va afianzando e  identificando que camino a seguir. Yo tengo  algunas obras que las llamo puntos de quiebre, obras que marcan la singularidad de mi trabajo. 

En mis inicios yo pintaba con mucha pasión y  mucho entusiasmo, casi sin reflexionar en lo que hacía, hasta que llegaba un momento en el que yo decía ¿qué estoy haciendo y para qué lo estoy haciendo? 

Hay obras que he visto muchos años después y me pregunto cómo las hice, en qué contexto o bajo qué circunstancia pude crear obras tan agradables. También me sucede con otras obras, las veo y pienso ¿yo por qué trabaje esto? o qué irresponsable de mi parte haberlo hecho.”

Archivo particular. Jesús Calle y su hijo Pablo, en uno de tantos viaje juntos.

Hasta hoy Jesús ha hecho más de 90 exposiciones individuales y colectivas a nivel nacional e internacional. Sin embargo, es claro al momento de reconocer que vivir del arte es algo crítico: «Uno no vive del arte, uno se muere del arte»

A pesar de estas preocupaciones y de los retos que puede traer el arte para la supervivencia, su hijo Pablo seguiría sus pasos. Difícil no seguirlos cuando desde pequeño ha estado rodeado del trabajo de su padre, de pinturas y lienzos por toda la casa. Pablo comenzó a jugar con los pinceles y a rayar en el taller de su padre, aunque su estilo y su camino en el arte son diferente al de Jesús.

“Lo más importante de Pablo es que es un creador que trabaja de acuerdo a la época, se expresa con la misma libertad de un artista moderno.”, explica Jesús.

En el 2017 se llevó a cabo en Francia una exposición que mostraba los trabajos de padres e hijos que miraban el arte desde dos épocas y miradas distintas. Jesús insistió a sus hijos que la vida en el arte era difícil, sin embargo eso no disminuyó el compromiso de Pablo con el arte ni el de su hermana Daniela que ve en el arte una  profesión complementaría a la suya, que es la geología. 

A pesar de que el arte es un esfuerzo constante por la supervivencia, la pasión y el convencimiento han sido claves para ejercerlo a pesar de las vicisitudes. Siempre hay artistas dispuestos a tomar el desafío con tal de seguir su vocación, o en este caso, familias que están dispuestas a tomar el riesgo.

Poesía

John Harold Giraldo y Camilo Giraldo

En el tiempo de cuarentena se pudo observar como algunos actores del sector cultural pereirano se dedicaron a la lectura de obras literarias a través de sus redes sociales, uno de los aspectos a destacar de estas lecturas es que en muchos casos se hicieron en familia.  Dos a destacar fueron: el cuentero y escritor Carlos Vicente Sánchez “Cavisa” con sus dos hijos y John Harold Giraldo con su hijo Camilo. En el caso de John Harold, su hijo Camilo compuso algunos poemas y los leyó en las sesiones de lectura, estos poemas contaron con una buena aceptación por parte de los usuarios que se conectaban.

Archivo particular. John Harold Giraldo vive con su hijo Camilo en La Florida, un ambiente rural perfecto para la poesía.

John Harold actualmente se desempeña como docente en la Universidad Tecnológica de Pereira, durante su época de estudiante comenzó a sentir curiosidad por los autores de la poesía local, exactamente desde que estudió en la Institución Educativa Luis Carlos Gonzales Mejía. Comenzó a preguntarse quién era Luis Carlos Gonzales y cuál era su obra.

“El interés por la poesía en realidad no tiene un inicio y probablemente tampoco tenga un fin, porque la poesía está inmersa en muchos aspectos de la vida diaria”.

Comenta John Harold quien es autor de dos libros sobre poesía: Poemas sin prisa para leer en los semáforos y Poemas para leer entre dos ríos. 

Su hijo Camilo está cursando aún el bachillerato, sin embargo, desde ya comienza a interesarse activamente por la literatura, su interés nace de la imitación y el ejemplo. Con la llegada de la cuarentena, John Harold decidió  inventarse una actividad que pudiese realizar con su hijo al mismo tiempo que sirviera para distraer a la gente en sus casas. Contagio poesía fue el nombre de las lectura a dúo de poetas locales hechas a través de Facebook live  durante 40 noches, día tras día. El proyecto terminó siendo uno de los ganadores de la convocatoria Cultura en casa de la Secretaría de Cultura de Pereira, lo que asegura una segunda temporada. 

Contagio poesía, lecturas de poetas locales en tiempos de cuarentena:

“Camilo es una persona que ya empieza a preguntarse seriamente por el mundo, es un gran aficionado de la naturaleza y la fotografía, pero al mismo tiempo se plantea como un ingeniero de sistemas. Aún está en noveno así que le falta un poco para graduarse y decidir su verdadera vocación.”

Camilo seguirá acompañando a su padre no solo en este proyecto, sino también – ya lo había hecho antes ocasionalmente – en lecturas bohemias o conversatorios sobre poetas, donde siempre termina participando. A través del ejemplo, pero sin influenciar directamente, el interés y talento de Camilo para la poesía empiezan a crecer de manera genuina.  

Fotografía

Padre: Javier García

Soy una cuestión muy ecléctica, muchas cosas, una revoltura muy miedosa”. Así se define Javier García en una entrevista con el medio La Cola de Rata, mientras hacía referencia a su carácter multifacético. 

Javier García junto a Jesús Calle, Viviana Ángel y Carlos Enrique Hoyos crearon en el año 2000 uno de los espacios artísticos y de esparcimiento más conocidos y representativos de la ciudad, La Cuadra.  

La fotografía siempre ha estado en la sangre de los García, pues el padre de Javier García, Donato García, fue también un representante de la fotografía pereirana, precisamente las fotografías de su padre Donato fueron claves para la exposición Pereira: Álbum de su historia, que se realizó en el 2013 con motivo del aniversario 150 de la ciudad.  Si existe en Pereira un hombre que dejó un vívido legado de la ciudad de décadas anteriores, de gran parte del siglo XX a través de sus fotografías, fue Donato García Ramírez.  

Por otra parte Javier, tendría su primera exposición fotográfica en 1977 con una muestra titulada El Color en Javier Garcíauna exposición que tuvo lugar en la antigua sede de la Cámara de Comercio de Pereira. 

El estilo de Javier, más allá de rescatar el legado costumbrista y urbano de la ciudad, según comenta su hija María García Isaza, también tiene la virtud de resaltar la belleza en espacios que convencionalmente no se asociación con este concepto. Escenarios aparentemente simples terminan convirtiéndose en dignos de admirar gracias a su lente.

Archivo particular. Javier García y su hija María en Jericó, Antioquia, de visita a una de las esculturas del artista Martín Abad Abad, gran amigo de la familia.

Hija: María García Isaza

Actualmente se desempeña como coordinadora cultural de la Alianza Francesa de Pereira, artista plástica y fotógrafa, al igual que muchos de los miembros de su familia. Según describe ella sus inicios en la fotografía fueron muy naturales, al fin y al cabo su abuelo, su padre y su tío eran fotógrafos con estilos bien definidos y en toda la casa había cámaras fotográficas. 

Las fotografías más recurrentes en la casa de los García eran fotos de puertas y ventanas de los pueblos. Desde los nueve años María comenzó a tener contacto con las cámaras fotográficas y a los quince obtuvo su primera cámara fotográfica profesional, una réflex manual. 

María tuvo un mayor interés por la fotografía que su hermana. Por eso para ella era común viajar con su padre en busca de fotografías, en primera instancia su padre le enseñó todo sobre la imagen y sobre la cámara, a medida que pasaron los años, ella se fue soltando y encontrando su propio estilo.

«Una de las tradiciones comunes de la familia es que la responsabilidad de tomar fotos de eventos familiares se legaba a diferentes miembros de la familia, por eso en cada ocasión siempre hay alguno que no está en la foto debido a que justo le tocó ser el fotógrafo. Era una costumbre muy curiosa y muy bonita aunque se ha ido perdiendo debido a que hoy en día cualquier miembro de la familia puede ser el fotógrafo, pues todos los celulares tienen cámara»

María no solo siguió sus pasos desde la fotografía, sino involucrándose también en La Cuadra y siendo curadora del archivo familiar para la exposición de 2013 Pereira: Álbum de su historia.  Ha realizado también muestras individuales de su obra en diversos espacios expositivos de la ciudad. 

Desde hace quince años encontró su cámara ideal, una Nikon D7000. Ella menciona que lo más importante es hallar una cámara con la que el fotógrafo se sienta cómodo, aprenderla a manejar a la perfección y luego dedicarse completamente a la imagen y al concepto que se quiera desarrollar.  

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